Jisung se encargó de servirle agua al felino, y luego se desplomó en el sillón mientras repetía en su mente el número telefónico para no olvidarlo. Tecleó en su móvil lo más rápido que pudo y esperó pacientemente a que alguien lo atendiera.
Doongie se encontraba observando todo a su alrededor y recorriendo el terreno desconocido. Cuando se cansó, decidió ir hasta Jisung y subirse sobre su regazo para acostarse a dormir.
—Tu familia no me atiende, ¿estarán ocupados? —preguntó Jisung, mientras la línea lo mandaba al buzón de voz. —Intentaré una última vez.
Al quinto tono, antes de que nuevamente la llamada se cortase, alguien contestó.
—Espero que sea de vida o muerte, puesto que me encuentro trabajando en estos momentos.
Jisung frunció el ceño. —Ahora no tengo ganas de devolverte con tu dueño —murmuró hacia el pequeño felino que dormía pacíficamente sobre él.
—¿Disculpa? —cuestionó la persona al otro lado de la línea.
—Que deberías cuidar mejor a tus mascotas si no te gusta que te llamen cincuenta veces.
Bueno, igual Jisung había exagerado un poco al llamarlo tantas veces.
—¿Qué? —el tono del chico había cambiado a uno mucho más preocupado ahora.
Jisung suspiró. Dejando su enojo atrás.
—Volvía a casa cuando ví que tu pequeño me seguía. Lo traje conmigo para poder llamarte con tranquilidad.
—¿Cuál de los tres es? —Jisung escuchó como al otro lado de la línea se escuchaban murmullos, entre los que pudo distinguir un "por favor cierra el lugar por mi".
—¿Tienes tres gatos?
—Si...
Jisung distinguió el sonido de una puerta cerrándose.
—Su nombre pone Doongie. Es muy guapo. Justo ahora se ha quedado dormido sobre mi regazo.
—¿Él ha hecho eso?
—Si, ¿por qué? Te juro que no lo he obligado.
—Doongie no suele ser amigable con desconocidos... Olvídalo, ¿me darías tu dirección? Iré a recogerlo.
Jisung dictó su ubicación y un segundo después finalizó la llamada. Se encontraba tan agotado y Doongie le producía tanta paz que pronto se quedó dormido.
(...)
Minho se quedó mirando el papel donde había anotado la dirección de aquél chico. No le sorprendía, puesto que Doongie no podía haber llegado tan lejos. Pero si le era curioso que quedara justo a la vuelta de su casa.
Emprendió su camino hacia allí y una vez en la puerta decidió tocar el timbre. La persona tardó más de lo normal en abrir y Minho ya comenzaba a ponerse nervioso. Solo esperaba que no fuera una broma de mal gusto. Justo cuando estaba por volver a tocar aquél aparato, la puerta se abrió.
Del otro lado, un chico con el cabello desordenado y el rostro adormilado lo recibió.
—Lo siento, me he quedado... Dormido. —Jisung no podía dar crédito de la persona que se encontraba frente a él.
El corazón de Minho se detuvo por un instante, para luego comenzar a acelerar sus latidos.
—Eres tú.
Jisung parpadeó repetidas veces para dejar su sueño atrás. —¿Tú eres el padre de Doongie?
Antes de que Minho pudiera responder, el felino comenzó a maullar mientras se acercaban a la puerta. Primero se restregó en las piernas de Jisung, como agradeciéndole por el hospedaje y luego se dirigió hacia su dueño.
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Coffee and Whispers (Minsung)
FanfictionEn el corazón de la ciudad, cada lunes y jueves, Jisung se refugiaba en una encantadora cafetería que parecía hecha a medida para inspirar su escritura. Allí, el aroma del café recién hecho se entrelazaba con las notas de música suave, creando un am...