Capítulo 10.

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Alexa POV.

¿Jamás se sintieron solos?

¿Nunca sentiste ese dolor en el pecho al saber que ya nadie estaba para ti? Saber que todos están en tu contra. Qué estás en peligro y nadie puede ayudarte a salir de ahí. Algunas personas son lo suficiente mentes buenas para salir y defenderse solos. Lastimosamente a mi me toco ser débil, y necesitar de alguien para que me ayudará a salir de apuros. Pero ahora ya no tenía eso, estás personas me quitaron lo que más quería en esta vida. Me quitaron a la única persona que me hacía sentir fuerte. Y solo la remplazaron por dolor y soledad.

Yo si pensé en quitarme la vida enfrente de todos ellos. Pero no pude, ellos jamás dejaran que su víctima muera, no lo permitirían. A menos que ellos así lo quieran.

No podía moverme, porque todo mi cuerpo dolía. Tampoco podía abrir los ojos y lo único que escuchaba era la intensa lluvia que caía en el bosque. Sabía que estaba en el laboratorio. Por que el olor a medicinas entraba por mis fosas nasales, pero este olor se combinaba con el placentero olo a tierra húmeda. Las muñecas me dolían a muerte, junto con un dolor de cabeza demasiado fuerte. Mi cuerpo temblaba y dolía debajo de las sábanas de la camilla en la que estaba. Abrí los ojos lentamente, pero los cerré al instante. Ya que un mareo se había presentado.

Otra vez abrí los ojos, tratando de acostumbrarme a la odiosa luz que me cegaba. Miré a mi al rededor y sí, estaba en el laboratorio. Fijé mi vista en mis muñecas, que estaban llenas de vendas y cables, traté de levantarme pero la puerta se abrió, haciéndo que volviera a mi lugar. Cerré los ojos con fuerza al escuchar esas dos voces que me daban tanto miedo.

- Todavía no despierta - escuché decir a Jeff mientras tocaba mi frente. Me tensé ante su toque

- Esperó y jamás lo haga - soltó con odio Liu.

- Deja de decir estúpideces Liu. La necesitamos, Slenderman la necesita - respondió molesto.

- Me importa una mierda - respondió - ¿Desde cuando te preocupas por una persona normal y débil como ella? - preguntó alterado.

Mi corazón dolío. Ellos pensaban lo mismo de mi.

- ¿Y por qué tanto odio por ella?- preguntó Jeff molesto. Liu se calló.

- Solo digo, hermano - suspiró con fuerza - Si ella no quiere estar aquí. ¿Para qué obligarla?

- Dime la verdad Liu - interrumpió Jeff - ¿Qué paso para que ella tratara de quitarse la vida?

Espero este mal nacido confiese

- ¡No lo sé Jeff! -  gritó frustado - Está loca

Esa fue la gota que derramó el vaso.

- ¡Di la verdad maldito imbécil! - grité molesta. Los dos giraron a verme sorprendidos

- ¿De qué hablas? - preguntó Jeff confundido

- ¡Tú maldito hermano me violó! - grité y comencé a llorar. Ambos me miraron confundidos

- ¿Qué hiciste qué? - preguntó Jeff molesto

- ¡Eso es mentira! - gritó Liu a la defensiva

- ¡Di la verdad maldito bastardo! - grité con más fuerza - ¡Se supone que nadie me haría daño! ¡Y lo hicieron!

- ¡Estás loca! - gritó - ¡Yo jamás me meteria con alguien como tú!. ¿No lo vez Jeff? No sabe lo que dice. Acaba de intentar matarse, ¿cómo le puedes creer?

- ¿¡Entonces por que mierda abusaste de mi!? - grité

La puerta se abrió de golpe, dejando ver a Slenderman

Creepypastas [Primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora