Creepypastas [Primer Libro]

Capítulo 12.

Liu POV.

Escucharla golpear la pared con fuerza me hacía sentir la peor persona del mundo. Aúnque claro, es lo que soy. Alexa es tan hermosa, tan dulce, tan sensible. Jamás me voy a perdonar lo que hice, si soy asesino y no tengo corazón. O esos dicen todos, pero Alexa. Ella con sólo una mirada me cambia por completo. Me enamoré de la chica que me odia. Y eso duele, saber que por mi culpa está aquí encerrada. Qué por mi culpa trata de quitarse la vida. Simplemente me duele y me odio profundamente.

Se que no debo espiarla, y que debería tener un poco de vergüenza, pero no puedo. Quiero entrar, abrazarla y impedir que siga haciendóse daño pero no puedo. Tan solo con escucharla decir que me odia hace que me acobarde y me golpeé internamente, pero no puedo, quiero intentarlo. Pero su puerta tiene seguro.

- ¡Alexa abré! - grité con fuerza

- ¡Largaté de aquí! - gritó. Después, un ruido de algo romperse se escuchó

- ¡Por dios Alex!. ¡Abré! - grité desesperado

- ¡Te odio tanto Liu Woods! - un cristal cayendo haciendo que allá tanto silencio me alertó.

- ¡Alex! - grité.

Al no recibir respuesta me alejé de la puerta. Con fuerza, le di una patada a la puerta, haciendo que esta cayera. Mis ojos se abrieron con horror, al ver a Alex a un lado de un espejo roto. Con los nudillos llenos de sangre. Alex estaba llorando con fuerza.

- Alex - dije con miedo

Corrí al baño y tome un trapo húmedo, regresé con ella y tomé su mano derecha. Enrollé el trapo en sus nudillos y la miré a los ojos.

- Deja de hacerte esto, por favor - dije dólido

- Te odio Liu - dijo sin fuerzas

Sin importarme nada. La abracé  con fuerza, sintiendo las lágrimas de Alex caer en mi pecho.

- No digas eso. Te lo pido

- Me hiciste tanto daño - dijo llorando - Yo te amaba y me haces todo esto. Solo quiero morirme

- Alexa.. No fue por mi voluntad. Slenderman me obligó - la abracé aún más fuerte - No quise hacerte esto

- Me violaste - dijo en susurro

- No quisé - se me quebró la voz - Perdóname, por favor

Alexa ya no me respondió. Solo siguió llorando en mi pecho. Sentí que dejo de llorar, y su cabeza cayó en mi brazo. La miré con miedo, se había desmayado. Chequé su pulso, pude respirar al saber que seguía con vida.

- No te llevaré al laboratorio. Yo te cuidaré - hablé cerca de su rostro - Te quiero sólo conmigo.

Te quiero sólo conmigo.

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- Hey Liu - escuchaba que alguien me tomaba de los hombros, pero no podía abrir los ojos - Joder Liu. Despierta

Sentí un leve golpe en mi mejilla, haciendo que por fin pueda reaccionar. Me levanté un poco del suelo y miré a mi al rededor. Espejo roto, sangre. Y, Alex a mi lado, profundamente dormida, aún se notaban las lágrimas secas que había quedado en su mejilla. Miré a Jeff, que me miraba confundido

- ¿Qué ha pasado? - preguntó aturdido. Yo tampoco sé.

- Yo - miré a Alex y suspiré - Nada, un accidente

- ¿Pero está bien? - preguntó

Chequé su pulso.

- Sí - respondí

- ¿Acaso se desmayo? - preguntó sorprendido

- Sí. Hace rato, pero me quede dormido junto a ella - dije y Jeff me dio un golpe en la cabeza

- ¡Idiota! - gritó molesto - ¿¡Y por que mierda no la llevaste con Slenderman!?

- ¡Oye! - me quejé de dolor - Tranquilo, yo la estuve revisando y se encontraba bien

- ¡Pero por qué mierda no la llevaste al laboratorio!

- ¡Quería estar con ella! - respondí molesto - Quería disculparme por todo lo que le hicé y cuando estaba hablando con ella se desmayó. Y no quisé llevarla con Slenderman por qué la queria a mi lado

- Vaya. Hasta parece que tienes sentimientos - dijo burlón

Se acercó a Alex y con cuidado paso uno de sus brazos por debajo de sus rodillas y el otro lo puso en su espalda. La levantó y la cargo estilo princesa.

- ¿Sabes? Deberías preocuparte por ella, no despierta por nada del mundo - dijo y yo sólo lo miré molesto y asustado a la vez - Recojé todo esto, yo la llevaré con Slender

Después de decir eso, salió por la puerta dejandóme confundido y con sueño. Cuando terminé de limpiar todo reaccioné y me golpeé internamente. Debí llevarla a que la revisarán y no quedarme dormido junto a su inconsciente cuerpo.

¡Demonios!