Capítulo XVI

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Fragmentos

»Sus memorias son
Los fragmentos de una
Triste historia...«


Un par de ojos cansados y un rostro demacrado se reflejaron en el espejo empañado al salir de la ducha. Definitivamente me veía fatal. Las hebras castañas de mi cabello yacían húmedas sobre mis hombros, no sentía ganas de cepillarlo, estaba conforme con haber quitado la mugre y sangre de mi cuerpo y aquel olor repugnante que me asediaba luego de "luchar" contra uno de esos demonios.

Honestamente solo deseaba arrojarme en mi cama y dormir. No obstante, me topé con aquellos ojos claros y sonrisa ladina que me estaban cabreando.

— ¿Ahora me espíaras o qué?... Joder, ya largate.

No estaba dispuesta a aguantarme a Blake, aunque me hubiese ayudado instantes atrás. Soltó una carcajada y alzó las manos.

— Hey, hey calma señorita "gruñona mal agradecida". Me ofendes con tu descortesía.

Realizó un ademan con su mano sobre su pecho, justo donde se encuentra el corazón en un gesto ironíco. Pretendí ignorar su presencia al pasar a un lado suyo, mas esté me sujeto del brazo con cierta fuerza.

— Tenemos un trato ¿lo recuerdas?

Intenté liberarme, pero Blake seguia sujetandomé. Sus ojos claros se posaron en los míos con una seriedad poco usual en aquel hombre.

— Lo recuerdo...

Guarde silencio un instante, Blake no apartaba la vista de la mía.

— Pero no tengo ganas de hablar de ello. Si me permites tengo que tratar de dormír.

Me liberó, no sin antes dedicarme un gesto desconcertante para mi.

— Esta bien... Supongo que puedo mostrarte despues lo que encontré sobre... Ignis.

Me detuvé en seco y me giré a verlé de nuevo. Se mostró victorioso e hizó un gesto negativo.

— Habla.

Me acerqué hasta tenerlo en frente.

— Crei que estabas "agotada".

Hizó las comillas con sus dedos y rió.

Sentía ganas de estrangularlo mientras caminaba delante de mi. La curiosidad en mi crecia a cada instante, debia saber que carajos estaba pasando conmigo y la reacción de la joya cuando me estaba cerca de Fontaine. Porque si de algo estaba segura era que esos deseos extraños no me pertenecían... Al menos no del todo.

Esa mezcla de rabía, odio, atracción y deseo se incremento con lo sucedido dias atrás. Y además estaba eso de que mi "esencia humana" se estaba desvaneciendo ¿a que se referia Fontaine con eso?

— ¡Hey! Me estas escuchando.

Blake estaba sentado comodamente en mi sófa y me veía arqueando una ceja con gesto extraño. Sin darme cuenta me había detenido en medio de la pequeña sala justo frente a él.

¿ — Ah? Si... Si continua.

Terminé de sentarme a un lado, con sus dedos peino su cabello hacia atrás y sonrió despreocupado.

— Bien. Como te decía, nosotros iniciamos la investigación sobre Ignis hace unos años...

— ¿Nosotros?

— Ahm si. Ya te lo había dicho ¿no? trabajo para alguien, y esa persona es la que ha obtenido la información que estare por darte.

Asentí no muy convencida. Sabía de antemano que Blake no diría mucho sobre su "jefe" asi que decidí callar y escuchar lo que realmente me convenia.

— ¿Recuerdas el día del museo?

—Como olvidarlo...

Alcé la mano izquierda donde se resaltaba el tatuaje en mi muñeca.

— Ese día, tú y ese grupo de ladrones no sólo se interpusieron en el camino de Fontaine sino que en el nuestro también. Ignis y las otras dos joyas se perdieron de nuestras manos aquel día, ustedes arruinaron una operación de meses de planeación.

Me observo de reojo y negó.

— Y lo peor fue ver como te comías a Ignis ¿en que rayos pensabas?

Fruncí el entrecejo ¿qué se creía aquel idiota? Si, tal vez no fue muy inteligente de mi parte... pero eso evito que muriese allí y...

— Espera... ¿Cómo que dos más? y ¿cómo es eso de que estuviste allí?

Blake asintió calmado. Yo lo encare molesta, pudo evitar todo aquello y prefirió observar como Fontaine casi me asesina.

— Si, Fontaine estaba buscando dos joyas más a parte de Ignis, Aqua y Grou. Y antes de que te quejes... No podía hacer nada para ayudarte, no estaba en mis planes salvar a una simple ladrona.

Me límite a observarle con rabía. No habia mucho por hacer y surgió otra duda en mi cabeza ¿Por qué Fontaine no habia mencionado algo sobre las otras joyas? Blake al parecer le divertia la situación.

— Bien, lo que sabemos es que Ignis anteriormente era resguardada por una demonio llamada Grystel y que al morir está la joya desaparecio del infierno y reaparecio en la tierra sin explicación alguna.

Rebuscó en uno de los bolsillos de su pantalón y me tendió un dije de echo era un caparazón metálico vacío. Mi corazón se sacudió al deslizar los dedos por el grabado de aquella ornamental pieza. Al darle la vuelta mostraba varíos símbolos incomprensibles, pero que a la vez se me hacían tan familiares.

— Allí dice "Una lagrima por tú adios".

No pude evitar arquear una ceja.

— ¿Uh? y ¿cómo lo sabes? ¿qué significa eso?

Me observó un largo rato, como si estudiase mis reacciones o esperase algo más.
— Lo escuché por casualidad.

Asentí no muy convencida de aquella respuesta, no sabia el porque pero algo no encajaba.

— Comprendo... ¿Otra cosa que deba saber?

Me arrebató aquel dije nuevamente y volvio a guardarlo sin mucho rodeo. Luego se levanto.

— Bueno, lo demás es sobre las cualidades de Ignis, pero no me queda mucho tiempo.

Ese tipo era realmente extraño.

— Espera. piensas dejarme asi como asi.

Ah no me iba a dejar engañar tan fácil, él me debía respuestas, lo imité y me levante, tratando de imponerme.

— Estas agotada... y nisiquiera te has cambiado, te resfriarás si no lo haces y yo debo irme.

Blake comenzo a caminar a la salida pasando a un lado de mi, lo seguí exigiendole que se quedará a decirme lo que sabia, no obstante él me ignoro, abrío la puerta de repente y un par de vecinos observaron sonrojados y riendo como Blake se iba y yo le gritaba desde la puerta llevando puesta unicamente una toalla.

Al notar aquello cerré la puerta de un portazo y sentí el calor instalarse en mis mejillas. Joder, acababa de hacer el ridículo por aquel idiota.

— Estúpido imbecil.

Resignada me fuí a mi habitación arrojandomé en la cama, cerré los ojos y suspiré frustrada.

«Esta porqueria es como un maldito juego enfermizo... ¡Mierda! Estoy harta de sólo reunir fragmentos sin sentido.»

Necesitaba respuestas... respuestas y un buen analgesico con vodka.

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora