Visita al Dead Nigth
No podía asimilar que un mundo tan irreal se ocultara detrás de nosotros como una cortina de humo.
Volví a alzar contra la luz el extraño objeto que Destiny me había entregado hace unos minutos. Sin creer aún lo que me había contado.
— Entonces... Dices que está joya le pertenecía a una Vladash.
Musité sin dejar de apreciar los matices de la pequeña joya de color azul y con destellos verdes a la vez.
— Te lo juro Eve... Cuerpo y rostro muy lindos de chica, patas y garras de tigre y una cola bastante venenosa de escorpión. Fue muy sencillo quitarsela.
Entorné mi mirada hacía la rubia quién estaba acostada enteramente sobre el sofa en sus manos llevababa un filoso cuchillo delgado del cuál podía verse aún la sangre seca, ella sonreía complacida de haber echo lo que hizó sin duda disfrutaba con exageración ese tipo de cosas.
Rodé los ojos al ver aquello Destiny podía lucir como una tierna chica inofensiva pero en su interior estaba un ser deplorable que disfrutaba de los horrores. Quien sabe que la llevó a aquel turbio destino, por lo que sé lleva con Vincent algunos años y nisiquiera estoy enterada de si es o no humana del todo.
— ¡Hey! ¿Eve? ¿tengo algo en la cara?
Sacudí la cabeza y le sonrei a medias al verla tocarse las mejillas y la frente buscando alguna irregularidad.
— No tienes nada Destiny, es sólo que me intriga lo de está joya.
— Piensas que tiene relación con Ignis, ¿cierto?
«Me descubrío... Odio su capacidad para intuir las cosas»
Asentí y automaticamente llevé las manos sobre mi pecho hasta mi abdomen dónde se suponía que estaba alojada gran parte de la joya o al menos lo creía yo.
— Bueno... Quizás aunque está es un Aquarius, solo es usada por los demonios que habitan en el mar. Ignis es de fuego y sus poderes como te habrás fijado son relacionados al proceso de resurrección del fenix.
Destiny se acomodó en el sofa posando sobre mí, su mirada azulada. Yo no pudé desviar la vista de sus ropas ensangrentadas, sonreí un poco acercandomé a ella.
— Tus encomiendas son peores que las mías, ¿cierto?
Ella esbozó una siniestra sonrisa.
— Al contrario ¡son más emocionantes!
Enarqué una ceja sin poder creer aquello. Si yo me enfrentaba a cosas raras... Destiny era peor; bestias, garras y armas extrañas. No la envidiaba para nada. A mi Vincent prácticamente me orillaba a robar, golpear a simples personas, y a veces en casos muy extremos asesinar a uno que otro entrometido.
Aunque el problema verdadero recaía en la estúpida joya mística que por impulso de idiotes me había tragado.
Era como un imán para atraer a esas criaturas. ¡Cielos! estaba harta de ello.
«Es lo normal... Eres como un suculento bocado. Una cajita feliz con premio adentro. ¡y que premio!»
Maldije mi suerte al recordar su voz. Estaba atrapada y a diferencia de la psicopata de Destiny, yo no disfrutaba para nada aquello. Y es que nisiquiera podía satisfacer mi ambisión monetaría. Nisiquiera podía satisfacer mis deseos de venganza.
¡Oh si! Tenía unas ganas inmensas de búscar a Jack. Sería un homicidio que enserio disfrutaria, por ese idiota estoy donde estoy...
Y me vengaría tarde o temprano lo haría.
......
La brisa nocturna nos envolvío al salir del departamento. Destiny llevaba puesta una sudadera y un short de blue jean que hace años había dejado de usar. Lucían algo holgados en ella, y es que su cuerpo en comparación al mio era un poco delgado.
— Gracias por la ropa Eve, te la devolveré en cuanto pueda.
Me sonrío guiñandome el ojo. La observé, con duda.
— Lo que no comprendo es como nadie notó la sangre en tú ropa.
— Oh... Si la notaron.
Quedé en silencio.
¿Acaso ella...? No, no... Evelin no pienses en eso. No es tú problema.
Caminamos en silencio hasta el lugar donde Vincent nos había citado. Un bar de mala muerte llamado "Dead Night" allí las personas nos veían con gestos muy extraños, como hambrientos.
¿Serán ideas mías o los ví relamerse los labios!?
— ¡Hey! Destiny ¿Es seguro entrar aqui?
Susurré, no me mal interpreten cuando estaba con Jack vivíamos metidos en lugares así. Pero jamás en uno tan raro como ese.
— ¡Claro Eve! ¡Es mi lugar favorito!
Iba a darme la vuelta para huir cuando Destiny me haló hacía el interior sin esfuerzo. El fuerte olor a cigarros, alcohol y otras cosas impregno mi nariz. La musica estabá muy alta y yo era arrastrada por la chica rubia hasta nuestro "jefe" quién estaba "Ocupado" por así decirlo. Puesto que sobre su regazo se hallaba una mujer escasamente vestida devorando sus labios con lujuria.
— Ehm Destiny no creo que sea...
De repente, Vincente arrojó el cuerpo inerte de la chica a un lado, limpiandose los labios, para así dedicarnos una sonrisa.
— ¡Dulzuras mias!
— Espero que hayas tenido un buen provecho Vin.
Giré a ver a Destiny y luego a la chica palida ¿Acaso ella era su comida? Tragué saliva, y se me revolvío todo.
— Ni que lo digas mi dulce Destiny... Pero vengan tomen asiento.
Enseguida nos acercamos, mi compañera como si nada quito a la chica del enorme sillon donde estaba Fontaine, arrojandola sin compasión al piso y dándole dos punta pies para alejarla de allí. Por otro lado yo tomé asiento al otro lado del sillón alejandome de esos dos quienes reían como desquiciados.
— ¡Oh! ¡mis dulcesitos! ¡Digan que me tienen buenas noticias!
Ambas le entregamos lo que nos había encargado causando que esté lucíera complacido.
— ¡Las amo! ¡dulzuras mias!
Nos abrazo a ambas con fuerza acercandonos a él. Me aparte en cuanto pude, odiaba a ese bastardo y toda su mierda de joderme la existencia.
Destiny por el contrario estaba feliz y le contaba todo y la forma en la cuál había descuartizado a la Vladash.
Yo solo permanecía viendo a la chica en el suelo, pensando en las posibilidades de algún día terminar como ella.
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Cicatrices
Fantasi"Existen heridas que son difíciles de sanar" Evelin Rouge, en toda su vida criminal jamás imagino que algo tan bizarro pudíera sucederle a ella. Quien diria que un error en uno de sus trabajos le costaría más que unos cuantos miles. Abandonada por s...