La sonrisa del traidor»El aire en mis pulmones escaseaba con cada respiro y los ecos en mi mente no cesaban en su inquietante labor de torturarme.
Esto es una basura...
" — No sabes el gusto que me da saberte con vida mon amour."
Alli estaba él. Con la mirada pérdida en la locura su boca a escasos centímetros de la mía y sus manos sujetando mi cuerpo me hicíeron estremecer causa de la ira. No podía hablar, gritar o morverme ¿Qué mierdas me pasaba?
En un abrír y cerrar de ojos, frente a mi ya no estaba aquel Jack vampiro, no. Frente a mi se hallaba el viejo Jack, aquel ladrón embaucador que logró manipularme en años pasados.
" — Mon fleur, mon amour ¿me extrañaste Eve?"
Podía percibir como olfateaba mi cuello, erizandome la piel sin premura. Fruncí el entrecejo, intentando mover mi cuerpo pero era inútil.
En aquel instante quería descargarle medio cartucho de balas en la frente.
Grité al sentir un ardor en mi pecho y el rió a carcajadas.
" — Te amo mi Eve"
Musitó con sarcasmo. Pude Ver con horror cómo con sus manos ensangrentadas sujetaba mi corazón»
Desperte entre gritos, teniendo la perturbadora sensación de algo dentro de mi pecho, el cual era comprimido por un fuerte dolor.
— Vamos... Dulzura ¡respira de una puta vez!
Mis ojos se mantenían cerrados con fuerza y el sonido de mi corazón golpeandome los oídos palpitando de forma acelerada era lo único que me decia; "estas viva" mientras el aire volvía a mis pulmones.
Lo primero que vi fue unos ojos rojizos, una sonrisa arrogante, y unas manos cubiertas de sangre. Lo reconocí enseguida.
— ¿Vincent? ¿Dónde estamos?
Mi voz se escuchaba aspera.
—En mi departamento.
Musitó restandole importancia mientras limpiaba sus manos con una toalla.
«Pero... ¿Y jack?
¿Acaso... Fue mi imaginación?
¿Por qué no recuerdo lo que paso?»— La proxima vez. Intenta ser menos idiota, recuerda que tienes a mi Ignis.
Su voz denotaba enojo. Me senté con rapidez tocando el lugar donde palpitaba mi corazón. No me sorprendio hallarlo cubierto de sangre.
— ¿Qué sucedio? ¿Cómo me encontraron?
Vincent, me observó por un largo rato con curiosidad.
— Estabas inconsciente a las afueras de la cueva. No se como llegaste allí.
— Y tú, ¿Cómo me encontraste?
Él se cruzo de brazos, sentandose a un lado de mi.
— Seguí la energía de Ignis. Además confío en Destiny pero no en ti. Creí que te largarías con el cuarzo.
Bufé.
«Como si pudiera esconderme de él.»
De repente, el recuerdo de Destiny, Alira y el idiota de Krizallid me asalto. Sobre todo los gritos de Destiny.
— Y... ¿Los demás?
— Vivos. A diferencia tuya, ellos no son tan inútiles.
Fruncí el entrecejo con molestia ante ese comentario. Vincent rebusco en el bolsillo de su camisa un objeto el cual reconocí enseguida era el cuarzo de color violeta.
— Al menos tienes tu maldito cuarzo. ¡Yo me gané una paliza!... Y Jack...
Callé al caer en cuenta de lo que diría.
— ¿Jack?
Repitió Vincent, inclinandosé hacía a mí. Desvié la mirada y él me obligó a verlo de nuevo, presionando mi quijada.
— No me digas que casí pierdo a mi Ignis... Por ese bastardo humano.
Sus ojos brillaban con intensidad.
— Ya no es... Humano... O al menos eso creo.
Le espeté, sin miramientos. Con pesades deslize mi mano sobre el abdomen recordando el dolor y daño de aquellas garras.
Suspiré, la verdad estaba agotada no deseaba enfrentar los maltratos de Vincent y sus regaños. Estaba mental y fisicamente desecha. Por dios, casí muero a manos de Jack y no tengo idea como sobrevivi, él me había traspasado el diafragma con sus garras luego de distraerme de manera tan estúpida.
— Un demonio...
Él me observo contrariado y aflojó el agarre de mi quijada. Suspiré y me dejé caer sobre la almohada con pesades.
— Un vampiro... Jack, es un puto vampiro.
Musité al aire dejando escapar un respiro. Vincent me analizaba con la mirada.
— Uno de los Drygons, supongo.
Cerré los ojos con agotamiento y musité un suave "si". Un leve movimiento de la cama me dio a entender que él se habia levantado. Seguido de ello el sonido y peso de algo cayendo a un lado busqué con las manos y alcancé a tomar un monedero pesado.
— Creo que te lo mereces.
A penas sonreí, al palpar algo metálico. Asumí que era dinero, aunque pudíera brincar de la emoción, mi cuerpo estaba entumecido.
Escuché la puerta siendo cerrada, antes de volver a quedar en los brazos de Morfeo y en medio de el ensoñamiento el recuerdo de un susurro llegó a mis memorias.
"Todo estará bien... Descuida"
Y un par de ojos claros se dibujaron en medio de las sombras arrancandome una sonrisa.
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Cicatrices
خيال (فانتازيا)"Existen heridas que son difíciles de sanar" Evelin Rouge, en toda su vida criminal jamás imagino que algo tan bizarro pudíera sucederle a ella. Quien diria que un error en uno de sus trabajos le costaría más que unos cuantos miles. Abandonada por s...