Lunes [07:55]

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—Pero bueno, ¡Isak! ¿Te has dado cuenta de la hora que es? ¿Es que quieres llegar tarde el primer día de clase?
—Buenos días a ti también, mamá...—resoplé.
—Adolescentes...—suspiró en tono burlesco pero cariñoso.— Anda, hoy te llevaré en coche porque el bus ya ha pasado de largo hace unos diez minutos.

A través de la ventanilla observé que pasamos al lado de una pista de skate, repleta de grafitis en la que había varios tíos haciendo piruetas en el aire, los cuales me recordaron un poco a mis antiguos amigos. Justo al lado se encontraba mi instituto, era público, no demasiado grande, pero parecía un sitio tranquilo, con eso era suficiente.

—Gracias, mamá. —le di un beso en la mejilla.
—Pon atención en clase, ¿Está bien, cariño? ¡Y haz amigos! ¡Háblale a alguna chica! Seguro que no se podrán resistir a este encanto...—dijo apretujándome la mejilla y me dio varios besos.
—Mamá! Para...Lo haré, de verdad...
Se despidió de mí desde la ventanilla y volví mi vista hacia delante. «Tú puedes Isak» pensé. Me quedé paralizado en frente de la gran puerta principal mirando a mi alrededor. La gente se encontraba dividida por grupos. Había unos tíos negros con gorras, que tenían un altavoz y escuchaban rap.
—¿Qué pasa, hermano?—uno de ellos me chocó su puño.
También un grupo de chicas que no paraban de mirarme, aunque yo no era de esos que pillan rápido las indirectas. Una de ellas se me acercó.
—Hola! ¿Cómo te llamas?
—Isak, ¿Y tú?
—Mm...Isak... Yo soy Rocío. ¡Encantada de conocerte!
—Emm...gracias, lo mismo digo.
—Sabes? Es raro encontrarse a un pivón como tú en este instituto.
—Gracias, supongo...
—Yo te puedo ayudar, ya sabes... a integrarte un poco...
—Está bien, gracias. Tengo que...irme a clase. Nos vemos.
El timbre sonó y rápidamente me dirigí corriendo hacia el aula. Iba subiendo las escaleras cuando, de repente, sentí que alguien tocó mi hombro.
—Perdona, ¿esto es tuyo?
Me quedé paralizado ante una mirada desconocida, unos ojos color añil, penetrantes, intensos... Unos labios gruesos, dibujando una sonrisa burlesca, pero a la vez curiosa, misteriosa. Un rostro que denotaba seguridad, rebeldía. Un cabello rubio, peinado con un tupé hacia arriba y su oreja derecha sujetando un cigarro.
—¿Q-qué?—tartamudée.
—Se te ha caído...—me tendió mi móvil en la mano.
—Oh... lo siento...Verás, yo y mi...jodida costumbre de llevarlo siempre en el bolsillo de atrás.
—Tendrás que tener más cuidado la próxima vez...—sonrió—¿No tienes clase?
—Ah! Sí, ya voy... Gracias...emm...—le miré confuso.
—Even—sonrió
—Even...—suspiré pensativo.

YOURS (Evak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora