Miércoles [19:40]

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El cielo empezaba a oscurecerse.
-Ven conmigo...-susurró.
Nos subimos en su coche. Even conducía con la ventanilla abierta y su cabello se agitaba al son del viento, mientras en la radio sonaba Boulevard of broken dreams. De forma seductora echaba el humo por la ventanilla y miraba al frente con seguridad.
-¿A dónde nos dirigimos?-pregunté un poco desconcertado.
No contestó. Simplemente se dibujó en su cara esa maldita sonrisa que tanto me atrapaba. Por un momento, me sentí asustado.
-Even...prométeme que no vas a secuestrarme.
-Vaya, Isak...creo que has descubierto mi malvado plan de raptar al hombre más sexy de toda Madrid. No querrás arruinarlo, ¿verdad?

No pude evitar sonrojarme.

Paró el coche y subimos a un apartamento pequeño, pero moderno. Según entramos por la puerta, la cerró suavemente y apoyó su brazo en la pared, mirándome de arriba a abajo.
—Bienvenido al sótano más lujoso en el que jamás te hayan podido encerrar. Isak Valtersen, enhorabuena, se encuentra usted en un secuestro VIP.

Se me escapó una risa tonta y él sonrió manteniendo sus ojos azul marino clavados en mí. Me acerqué impulsado por mis adentros y acaricié su cálida mejilla. Él se apróximo cada vez más, inclinándose hacia abajo, ya que su estatura era superior a la mía. Nuestros labios se buscaban y se encontraban, nuestras lenguas bailaban una danza inventada y nuestros ojos se abrían cada segundo para asegurarnos de que no estábamos soñando. Sentía un irrefrenable deseo por saborear cada centímetro de su cuerpo. Nuestros besos cada vez eran más apasionados y efusivamente agarré su cabello rubio.
—No sé qué me haces Isak...Me vuelves loco...—suspiró.
Él comenzó a morder mi labio inferior y me retiró con ansia la camiseta. Me rodeó  con sus brazos por detrás y comenzo a besar y a succionar mi cuello. Noté un gran bulto en su pantalón justo contra mi trasero.
—Even...—suspiré.
—Shh...—puso su dedo índice sobre mi boca y sentí su cálida respiración alrededor de mi oreja. Comenzó a bajar dejando marcas por todo mi torso y  conforme fui notando que se acercaba a mi entrepierna sentí un cosquilleo desde el estómago hasta la tráquea, lo que hacía que mis latidos se aceleraran y mi respiración se entrecortara. Agarró mi miembro con sus manos y comenzó a agitar, lamer, succionar y hacer mil maravillas con esa boca tan seductora y esa garganta tan profunda.
—Oh...Even...—solté un gemido grave.
—Vamos Isak, dámelo nene, quiero tragármelo...—dijo en un tono varonil y sugestivo.
Siguió moviendo su boca de arriba a abajo, cada vez más rápido, y a la vez sus ojos estaban clavados en los míos.
—Oh...Even, creo que voy a...
—Oh sí, cariño, vamos! dámelo!—su nivel de velocidad aumentó considerablemente pero justo cuando estaba apunto de explotar de placer, paró en seco.
—No, Even...por favor...no me dejes así...
Su rostro se tornó serio.
—Isak, ¿No has oído eso? Creo que alguien ha gritado tu nombre desde esa ventana.
—No importa, Even... sigue, te lo suplico, ¡Sigue!—gemí con ansia.
Retomó su tarea y en cuanto la humedad de su paladar hizo contacto con la piel de mi intimidad, llegue a un estado de clímax que me llevó a las nubes en cuestión de segundos, un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba a abajo y todo lo que salió de mí acabo en su garganta. Él pasó su lengua suavemente sobre su labio superior y se puso en pie. Me besó otra vez. Y otra. Y así hasta que la luna comenzó a marcharse porque sentía envidia de nosotros, al estar siempre ella en completa soledad.

YOURS (Evak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora