YOURS (Evak)

Martes [13:15]

''Hay quien piensa que un hombre no se puede enamorar, que un hombre no puede necesitar, hay quien piensa que un hombre nunca debe llorar. Pero lo que no saben es que nuestros sentimientos son incluso más fuertes por vernos obligados a ocultarlos. Los hombres también sufrimos, soportamos lo insoportable, gritamos, nos morimos por dentro. Pero nadie lo ve, porque se supone que debemos ser lo suficientemente fuertes para afrontarlo solos. Somos responsables de proteger a los demás, más que a nosotros mismos.

Y si algo he aprendido gracias a esto es que lo único que no vale la pena en esta vida, son los prejuicios, juzgar a las personas sin haber estado en su piel.

Muchas personas nos han herido sin motivo alguno y nosotros hemos tenido la oportunidad de herirlos a ellos, pero no lo hemos hecho. Por el simple hecho de que no queríamos convertirnos en uno de los suyos.

Hoy, puedo agradecer al mundo por haber encontrado a Isak Valtersen- en ese momento clavó su mirada en mí- Porque él es esa persona que ha cambiado mis ''qué mierda de día'' cuando me despierto, por un ''otro día más que puedo estar con él'' Porque estaría dispuesto a soportar mil palizas sólo por que no se fuera de mi lado. Porque el amor es la fuerza más humilde, pero también la más poderosa de la que dispone el ser humano.''

En ese momento, todo el mundo en la cafetería aplaudió. Unas lágrimas de emoción saltaron de mis ojos. Me acerqué a él y me dio un apasionado beso en los labios.

Creí que todo había acabado, pero comenzó a sonar una melodía mientras él seguía con el micrófono en sus manos. Me guiñó un ojo y comenzó a cantar. No podía creerlo. Era mi canción favorita: ''Tu enemigo''.

Sin embargo, en medio de la canción entró el grupo de chicos que me habían destrozado en el baño. Even se quedó paralizado, se quedaron mirándolo de un modo retante y Even paró por un momento. No podía dejar que eso sucediera, así que me levanté y agarré el micrófono. Juntos comenzamos a cantar:

''Si estos idiotas supieran que yo soy el hombre más rico del mundo así, viviendo de tus abrazos...''

Nos miraban por encima del hombro. De repente, Mike y los chicos de mi clase comenzaron a cantar con nosotros. Las chicas también nos siguieron y finalmente todos nuestros compañeros nos acompañaron en un precioso coro. Tuve que retener mis lágrimas, estaba demasiado emocionado.

El tío del pelo rapado y sus amigos abandonaron la cafetería al contemplar que esta vez habían perdido. Yo sonreí y besé a mi chico. Y ese día cuando me acosté, escribí en mi libreta la frase que él me enseñó:

''El amor es la fuerza más humilde, pero también la más poderosa de la que dispone el ser humano.''