Abrazame, idiota.

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-Thomas: ¿QUEEE? ¡LO SIENTO, NO TE HE ESCUCHADOOO! -dijo sonriendo.

Mentía. Me había escuchado de sobra.  Quería volverlo a oír.
Me quite el cinturón, me puse de pie en el coche y grité más que antes.

-Yo: THOMAS SANGSTER, TE QUIEROOOOOO.

-Thomas:  Estas jodidamemte loca, Karla Diaz. Me encantas. -dijo susurrando, aunque le escuché.

¿Espera? ¿le encanto? Nah. Los efectos del alcohol. Aún no se pasan.

Me senté otra vez y puse mis piernas sobre las suyas, quedándome tumbada. Ni le pregunté si le molestaba. Estaba realmente cansada. Cerré los ojos para descansar pero no me dormí.

En media hora llegamos a casa. Yo seguía igual. Me dolía todo el cuerpo. Y no solo era por el alcohol, tenía que ser por algo más.

Demasiados sentimientos hoy...

Salí del descapotable, pero no podía ni ponerme en pie. Necesitaba agarrarme a la puerta del coche.

-Thomas: Anda que vas bien eh... Ya te ayudo yo.

Sin contestar, un brazo de él me agarró de la cintura y la otra por el cuello. Juntos, entramos a casa.

-Yo: Oye... Antes vamos al baño, que te tengo curar la mano.

-Thomas: ¿Enserio? Si se me había hasta olvidado. Vete a descansar y ya me lo curo yo.

-Yo: Ni de coña. Para curarte eso necesitas dos manos. Vamos al baño y no digas más.

-Thomas: Que cabezota eres niña.  -dijo sonriendo.

El se sentó el en retrete y saqué fuerza para ayudarle. 

Me lave las manos y la cara, ya que lo tenia de rímel corrido de llorar. Busqué en los armarios vendas y desinfectante y alcohol para asegurar.

-Yo: Esto te va a escozer... Apreta mi mano para aliviar, ¿si?

-Thomas: No te quiero hacer daño...

-Yo: No me lo vas a hacer. Y si me lo haces, me aguanto por tonta. Voy: 1... 2... y 3.

Le eché el alcohol en las heridas. Me daba pena porque se retorcía de dolor pero era por su bien.

-Thomas: AHHGGGGG jodeerrrr

-Yo: Son unos segundos, quejica. Encima me estás apretando la mano. Pero apreta más si lo necesitas. Que no me duele.

Apretó más.

Ahí si dolía. Y mucho. Pero no me importaba. Esperé 5 segundos más

-Yo: ¿Aún no se te ha pasado?

-Thomas: NOOOOOO

Solté una carcajada y  me miró con cara de asesinarme ahí mismo. Al fin me soltó la mano.

-Yo: Ahora el desinfectante, que eso no duele niñita. -le sonreí.

Seguido de esto se lo puse y le vende la mano.

-Yo: Ale, pues esto ya está.

-Thomas: Muchas gracias por cuidarme, no se como agradecertelo...

-Yo: No hay de qué. Soy tu amiga y para algo están, ¿no?

"Amiga". No me convencía del todo llamarle solo asi.s Pero es lo que hay.

-Yo: Bueno... Ahora si que me voy a mi habitación.

Salgo del baño para subir las escaleras  y noto que Thomas me coge el brazo.
Me giro para ver que quería.

-Yo: ...¿dime?...

-Thomas: Ehm... yo... quería decirte....

Se queda unos segundos mirándome sin decir nada.

-Yo: ¿El que, Thomas?

Se me subió el corazón a la garganta. Estaba esperando a que dijera lo que llevaba esperando todo este tiempo.

-Thomas: Bueno... Yo creo que ahora no es el mejor momento para hablar de esto...

-Yo: V..Vale... Como veas... Entonces.. ¿Me voy ya a la cama?

-Thomas: Claro. Tienes que descansar que es muy tarde, encima, vas a tener una resaca... Y por cierto...  Mañana por la mañana te voy a llevar a un sitio para agradecerte lo que estas haciendo por mí. Te va a gustar mucho, te lo juro.

-Yo: Muchísimas gracias Thomas, pero no hace falta que me agradezcas nada de verdad. Ya te lo he dicho.

Me encantaba este chico. No se merece lo que ha vivido con Isabella. No se como una persona puede tratar a tal persona así. Lo que ha desperdiciado por un subnormal con pecas, y lo que daría yo por tenerle.

Necesitaba darle un abrazo. Era una necesidad en ese momento.

-Yo: Dame un abrazo idiota. - le abracé

-Thomas: Claro imbécil. - dijo sonriendo.

¿Como te explico que me quedaría abrazandote todo el día.?

Se me salían las lágrimas. Pero no quería que el me viera llorar. Así que me aparte rápido de él y me las sequé.

-Yo: Eh... Creo que es hora de ir a la cama...

-Thomas: Si...

Pero antes de irme le solté una frase que tenia ganas de hacerlo desde hace tiempo.

-Yo: Isabella no sabe lo que se ha perdido, de verdad.

Y dicho esto, sin ver su reacción, subí como pude las escaleras, porque aun seguía mareada y me fui a la habitación. Me quité el maquillaje, me quité las trenzas, me peiné y me puse el pijama.

Tenia mucho sueño. Demasiado. Y antes de dormirme, quería darle vueltas a lo que ha pasado hace unos minutos. A donde me llevaría mañana. Que querría decirme. Pero por mucho que quisiera en pensar en todo eso, el dolor de cabeza podía conmigo. Cerré los ojos y no tardé ni un minuto en dormirme.

*Sueño*

-Yo: ¿Pero porque me haces esto Alba? ¿A MI? ¡A TU AMIGA! ¡TE PODRÍA HABER DEJADO AHI TIRADA LLORANDO DESDE EL PRIMER DÍA! ¡PERO FUI BUENA PERSONA!

-Alba : Yo...yo... Lo siento... Fue sin querer de veras. Yo no quise.... Fue pura inercia te lo juro. - dijo la chica del pelo azul llorando.

-Yo: ¡MIENTES! ¡FUERA DE MI CASA! ¡NO TE QUIERO VOLVER A VER!

-Alba: PUES VALE. NO ME CREAS
YA TE DARÁS CUENTA TU MISMA.

-Yo: VETE YA, ¡ZORRA! ¡NO TE QUIERO VOLVER A VER!

Me desperté con lágrimas en los ojos y sudando como nunca antes. El corazón me latía a mil.

¿Alba? ¿Quien era esa chica? No conozco a ninguna Alba. Y menos a alguien con el pelo azul.

Thomas Sansgter |  Actually... I'm In Love. © (editando 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora