Capitulo 6

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—¿Que te hace pensar que deseo compartir este salon contigo?— me encojo de hombros y finjo inocencia.

—No lose, quizas tu desmedido deseo por estar cerca de mi, lo se cariño, es dificil, pero tienes que intentarlo— esta furiosa, me mira con bastante desagrado, es exctamente lo que deseo.

Se acerca para quitarse la mochila y dejarla tirada en uno de los asientos— vas a manter la boca cerrada.

—Vamos a tener serios problemas tu y yo si seguimos con es actitud eh, a mi no me gusta recibir ordenes, me gusta darlas...y a ti parece que no se te da muy bien lo de ser sumisa, ¿como podemos arreglar esto?.

—No es necesario arreglar algo que no necesita continuar, solo terminemos con tu castigo y asi ninguno de los dos tendra que volver a hablarse.

Esta chica no era tan simple como creia que seria, pero me agradaba la idea de encontrar su punto debil, todos tienen uno, algunos mas evidentes que otros, claramente. Ella se va por su lado, limpiando todo lo que encuentra en su paso, por mi parte termino el lado del salon en el que estaba, no es demasiado lo que hablamos, de hecho solo me habla una o dos veces para pedirme el trapeador. La observo a ratos,  es algo extraña, parece demasiado nerviosa, el cabello cubre la mitad de su rostro, casi como si no quisiera ser vista, la confianza que demuestra cuando habla desaparece cuando la miras.

Me siento unos minutos, en cuanto acabamos con el ultimo salon, ella sigue limpiando el estante de libros de primer año, parece bastante concentrada en lo que hace, y yo estoy muy entretenido viendole, no esta mal, pero no es de las chicas que acostumbro, no es la perfeccion con la que crees que suelo acostarme, la perfeccion es una mierda, yo amo los defectos, y ella tiene unos que me encantan.

Me mira unos segundos como si no estuviera segura de si es a ella a quien estoy mirando realmente.

—¿Tu que estas mirando?— limpia sus manos en sus jeans gastados mientras se acerca hacia mi.

— ¿Te incomoda que me guste mirarte?— ella me mira algo nerviosa, pero no lo suficiente, ella parece esconder inclusive eso.

—No uses eso conmigo ¿vale?— sonrio, ella se sienta frente a mi apoyando su espalda en la pared.

—¿Que cosa preciosa?— me mira arqueando una ceja mientras menea la cabeza.

—Eso, no uses ni preciosa, ni ninguna de esas estupideces, no uses esa sonrisa ni ese tono, se como eres Haider, y quiero que sepas que no me interesas.

Rio al verla tan a la defensiva, ya habia notado que ninguna de esas "estupideces" servian con ella, pero tenia una apuesta que ganar y no iba a perderla.

—Entonces como deseas que te llame, ni siquiera me has dicho tu nombre.

—¿necesitas mi nombre? ¿pensaras de el camino a casa?¿o solo lo quieres para contarle a tus amigos a quien intentas tirarte?— vaya, ella si que estaba a la defensiva.

—Wow..—rio pero ella no lo hace— easy.. solo quiero saber como te llamas, para dejar de colocarte apodos que no te agradan, ¿esta bien?.

Me mira con desconfianza, pero finalmente habla— Valerie

Asique mi caperucita tenia nombre, el problema con esta chica no era que yo no le agradara en lo absoluto, no era la falta de conversacion o sobredosis de discusiones, no era un problema que ella no me quisera cerca, el problema era que yo no podia sacarla de mi cabeza, tenia que tener lo que deseaba o esto se transformaria en un maldito desastre.

El problema con lo diferente es que no puedes ignorarlo, y olvidarlo es solo un poco mas dificil que lo anterior. Quizas por eso a las chicas le gustan los idiotas, por que generalmente suelen venir con alguna historia o una forma de vida "diferente" ¿diferente?  el idiota siempre comienza como el diferente y termina siendo como el comun de la gente.

KasparWhere stories live. Discover now