Valerie
Despierto asustada, los rayos de sol atraviesan la cortina de conejitos que tengo desde los cinco años, no entiendo porque sigo teniendolas, supongo que es por mi abuela, me las regalo cuando era solo una niña, desde entonces las he tenido y no las he cambiado. Tomo el telefono sobre mi mesita de noche, miro primero la bateria y maldigo, tomo el cable del cargador y lo sigo hasta el enchufe, solo ahora me doy cuenta de que no lo he enchufado.
—Genial Valerie...— solo entonces miro la hora. Vuelvo a maldecir, a estas alturas debo tener una gran lista alla arriba por la cantidad de garabatos que digo, y no estoy contando los que pienso. Busco lo primero que encuentro en mi closet, tengo blusa de todos los colores, pero por alguna razon siempre termino usando negro, es como si fuera por instinto. Con la ropa en la mano corro hasta el baño, solo para darme cuenta que esta mi hermana pequeña en el, joder.
—¿Pudes mover tu trasero?— golpeo dos veces la puerta.
—Yo he llegado primero, el baño estaba desocupado!— suspiro frustrada, miro el telefono, no tiene sentido esperar aqui afuera, solo tardara mas por el hecho de que sigo aqui. Camino hasta mi habitacion y opto por cambiarme ropa, mi telefono vibra una, dos , tres veces y se quien es, pero no me detengo a mirar, ya estoy lo suficientemente atrasada.
—Valerie!— ignoro la voz de Barbara, la mujer de mi padre, sigue creyendo que puede ordanarme como si no tuviera madre, no estoy aqui por decision porpia, prometi a mama que me quedaria con ellos hasta que ella encontrara un nuevo empleo— Es la tercera ve que te llamo!
Abro la puerta con la mochila en mi mano, espero que el baño este desocupado esta vez, en cuanto la puerta se abre, esta ella ahi de pie, mirandome con el ceño fruncido— ¿Quieres hacerlo una cuarta?.
—¿Por que tienes que ser tan dificil?— ¿Por que? dificil no seria la palabra adecuada.
Agradezco cuando mi hermana sale del baño, tomo el cepillo y tan rapido como puedo lavo mis dientes para seguir con mi cara y correr escaleras abajo en un par de minutos.
—Valerie! tu padre ha dicho que quiere hablar contigo! Valerie!— hablar conmigo, para hablar se necesitan dos personas, y papa solo sabia de monólogos. No es que no me agrade Barbara, de hecho no me produce nada en lo absoluto, prefiero simplemente pretender que no esta aqui.
Barbara es siete años menor que mi padre, la conocio en su trabajo, si..es su secretaria, ¿extraño no?, siempre mantiene la historia de que ellos comenzaron luego de que mi padre se separara de mi madre, pero todos sabemos que no es asi, aunque ella se empeña en creer que soy poco inteligente debido a mis calificaciones, si supiera que hay otros tipos de inteligencia mas valiosas en la vida.
Cuento resumido, mis padres se separaron ella llego a los meses, mi padre la presento como si tuviera cinco años, y no entendiera el hecho de que ella era su nueva novia, le escuche y no dije nada al respecto, puede hacer lo que desee con su vida siempre y cuando no interfiera con la mia. Eso le molesto, a las personas le molesta el silencio en una discusion, a mi padre le molesto que no dijera nada al respecto, el sigue creyendo que odio a Barbara.
No Barabara, no te odio. No me interesas lo suficiente como para sentir algo tan complicado como el odio.
Camino a paso apresurado por el barrio que conozco desde pequeña, volteo en la esquina, el instituto esta a un par de cuadras, si camino rapido lograre llegar a la segunda hora. Si camino rapido y no me encuentro con Keith, no le he visto desde ayer , si no fuera por el chico Haider, de seguramente estaria del otro lado de la ciudad en su cama, intentando no contradecir sus ideas de "amor".
Keith no solia ser asi, siempre tuvo un caracter fuerte, solia protegerme del resto, siempre estuvo conmigo para cuando ocurrio todo el drama de mis padres, aunque yo no le tome demasiada importancia Keith decia que en el fondo me importaba mas de lo que queria admitir.