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—Ahn… mmm Ota… —el rubio se estremecía de placer con cada toque que le daba su amado. Tenía todo el cuerpo caliente y lleno de sudor; lo que empezó con un beso inocente terminó en una travesura de deseo entre ambos
—Te amo —le susurró el kazajo mientras besaba con ternura la cara roja de Yurio, quien gemía y trataba de alejarse de los besos continuos
—¿C-cuando terminarás con esta tortura? —dio un fuerte gemido al sentir su miembro siendo acariciado de arriba hacia abajo, la punta siendo toqueteado. Habían estado ya un buen rato haciendo lo mismo; esta vez no aguantaría —Beka… haz..lo. No podré… aguantar más —dio una arcada sin precio aviso
—¿segiro?
—¡Que sí, maldita sea! ¡Quiero ser ukeado ahora mismo, mierda! —el kazajo sonrió y mirándolo a los ojos se adentró en el rubio. Era estrecho; con lentitud empezó a meterla toda mientas debajo de él había un hermoso chico gritando sin guardarse nada —más... Quiero…
—Quedate conmigo siempre —con esto acabó la charla y se concentró en darle lo que el otro le pedía



Meses después….


En una sala de parto owo r


—¡Puje! ¡Puje! —decía una enfermera al lado del rubio quien hacia su esfuerzo por pujar —¡vamos, una vez más!
—¡No me diga que hacer! —vociferó. La sala tuvo un gran eco —¡usted no está aquí pariendo un hijo, entienda lo mucho que duele esto!
—tranquilo, Yura —Otabek apoyaba su cabeza contra el vidrio mirando desde ahí la llegada de su primer retoño —¡Solo un poco más! —gritó desde donde estaba. Mala idea la suya
—¡¿me dices que esté tranquilo?! —hizo para atrás el cabello mojado del sudor. Prácticamente quería asesinar medio mundo —¡Si tan solo supieras el desgarrador dolor que estoy sintiendo ahora, no me estarías diciendo que me tranquilice!
_Por favor, cálmese un poco que el bebé no podrá salir —explicó el doctor —siga empujando .Ya acabarás, solo un poco más
—tsk… —tomó aire y empujó con todas la fuerzas que le quedaban, parecía no tener un final. Habían pasado como 8 horas y el dolor cada vez era peor —¡Maldita sea, Beka! ¡Ni más te dejo que me metas toda tu ver-
—¡Listo! —el doctor sonreía y en sus brazos había un pequeño ser llorando a todo pulmón. Se lo pasaron a la enfermera de cabellos rojizos quien antes había animado a pujar a Yurio. Por un momento al rubio se le nubló la vista por las lágrimas, aun màs cuando su retoño estaba a su lado —buen trabajo, es una niña muy sana

Era una niña, era algo que Otabek había deseado desde hace mucho


Pasó un rato y al fin habían llevado a Yurio a su habitación en donde estaba mucho más calmado pero de todas formas agotado. El ahora ya padre se sentó a su lado para la espera de que trajeran a su hija


—Ya que hice todo el trabajo, debo ponerle un nombre —alegó el rubio
—No, yo le pondré el nombre
—¡¿hug?! ¿A qué viene eso?
—Nada —esquivó la mirada asesina del otro

~Si a su gato lo condenó de por vida con un nombre tan “original” no espero mucho para el nombre de nuestra hija~


Al final de todo, aquella hermosa niña de ojos verdes, con su piel pálida y de cabellos obscuros se llamó :


“Kisa Plisetsky Altin”

Pd : el nombre lo puso Yurio después de hacer su show en la habitación

Yuratchka!!! [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora