Yuratchka!!! [Finalizado]

"angel"

—¿Eres Yuuri?
—¿Quié—
—Bueno, ya que eres tú, ni modo —se encogió de hombros. El haber llegado de improviso, entrando por la ventana del pelinegro no había sido la mejor opción —Soy tu ángel custodio, protegeré de ti y bla bla bla
—¿Ángel? —aun adormilado se sentó en su cama, lo inspeccionó un buen momento pensado las opciones que tenía para correr y tomar el celular y llamar a la policía, indicando que había un loco en sentado en su ventana
—Sí, eso soy lo que soy
—¿Por qué has venido a verme?
—Soy tu nuevo ángel custodio, no lo malinterpretes —exausto soltó todo el aire contenido—. La razón, pues, digamos que andabas de muy chillón con mi compañero. Se cansó y hubo un problema —al ver el rostro del otro, decidió callar algunas cosas— y aquí estoy
—Sí, claro —bajó con cuidado de su cama— iré por comida, tal vez tengas hambre

~¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!~ se repetía una y otra vez mientras salía del lugar ~¡Pero no en círculos, por Dios!~ dejó de dar vueltas en el mismo lugar y corrió hasta el teléfono de la casa que estaba en la mesita de noche al lado del pequeño sofá

—¿En serio no crees que soy tu ángel? —ahí, echado en el maldito sofá estaba el rubio—. Nadie sabe que vine aquí, solo quería decirte que no pienso soportar tus constantes quejas —se puso en pie y le habló como si fuera un robot:—. A los 5 años, perdiste a tu abuela materna, lloraste demasiado aquel día
—Eso todos lo saben
—A los 7 años te robaron un beso, sentiste que te estaban invadiendo y sin querer tiraste a la que estaba en frente tuyo —prosiguió con su relato a pesar de que el otro tenía la cara de espanto y vergüenza —. Nunca le dijiste nada a nadie sobre aquel día, al igual que el día 14 de Noviembre del año pasado, que fuiste registrado a una red social para conseguir una cita. Obra de tu querido amigo.
—¿Cómo sabes eso? ¡No digas más, por favor! —dijo algo inaudible y fijó la mirada en el piso. No sabía que era o no era verdad, si estaba o no alucinando cosas o que se encontraba en alguna extraña pesadilla de medianoche
—Soy tu ángel custodio, y todo esta aquí —sacó un librito pequeño forrado de color marrón— me lo han dado hace días y tuve que leerme todito. Fue un fastidio, pero aun así lo logré
—¿Qué es lo que quieres?
—Ya te lo he dicho —se golpeó la frente—. Mira, no quiero problemas o mucho trabajo— dirigió una mirada penetrante al otro para hacerle saber que iba en serio— y tú quieres una vida sin líos. Yo te ayudo en lo que pueda y tú dejarás de hacerme el trabajo más duro de lo que ya es
—¿No es lo mismo? Creo que es hasta el doble de trabajo si me ayudas
—Oh no, te ayudo una vez y con eso bastará para que no se repita lo mismo más adelante. No estaré ayudando a cada segundo, hay un Dios que todo lo ve —hizo un puño y miró dramáticamente al techo. Que buen drama
—Si lo dices así...
—Esto no ha pasado, ¿Entiendes eso?. Actúa como si nada de hoy para adelante.

~¿En serio esta pasando esto? Un ángel haciendo un trato conmigo a mitad de la noche, y quiere que actúe como si nada pasara.

Vaya, es tan normal que pasen cosas así que hasta podría sentarme a tomar una taza de té en este mismo momento ~

—Secreto —susurró abriendo sus alas sin ningún temor a ser visto por alguien más que no sea Yuuri, que se había quedado boquiabierto ante tal espectáculo — ¡Kuchau, kuchau! —gritó

~Rayo MacQueen.

Really?~

—Solo estaba de broma
—Claro. ¿Y te irás por la puerta o la ventana?
—Me desvaneceré antes que te des cuenta
—¿Telenstraportacion?
—Digamos que sí
—A lo Goku, ¿Entonces?
—¿Qué?

~¿Sabe quien es Rayo MacQueen pero no quién es Goku?~

—Es un Dios
—¡Blasfemo! ¡Hereje! ¡Y no sé que otra palabra más utilizan para estas situaciones pero aun así las grito porque me gusta y suena cool!
—¿Espera, qué? —antes de poder decir alguna otra cosa, oyó la risilla del ángel. La luz de los carros pasar, traspasaba las cortinas de la gran ventana que tenía en su sala, esta iluminaba su figura que parecía entre tétrico y angelical
—Me excedí el tiempo, debo irme antes de que empiece una guerra ahí arriba —suspiró fuertemente— Será algo divertido ser tu ángel, me caes un tanto bien en tu modo no chillón —después de aquello todo se volvió obscuro.

A la mañana siguiente, Yuuri despertó en su cama; con su mente algo borrosa recordó por partes lo que había pasado hace unas horas atrás. Tal vez era un sueño o una fantasía loca que su mente había creado para reemplazar el "sueño" borroso.

Cuando fue a la escuela, nada iba fuera de lo normal, las clases avanzaron como si nada y la tranquilidad hacia su persona era muy raro. Seguro que no tardaría en llegar las burlas o los golpes al terminar la hora de matemáticas.

Esa misma mañana recibió una gran golpiza sin razón alguna, y cansado con todo aquello decidió ir a la capilla que se encontraba no muy lejos de donde se encontraba. Su madre siempre decía que era mejor hablar con Dios que enojarse con todo mundo; a pesar de que aquello le hubiera dicho hace ya muchos años atrás, cuando era un pequeño niño, habían ocasiones donde lo ponía en práctica. Como hoy.

Al llegar al lugar, para su suerte estaba todo vacío. Llegó hasta el centro y empezó a "conversar"

—¿En serio? ¿Dios? —gruñó— con tantas cosas que el pobre hombre tiene que lidiar y tú ahí dale con eso —al oír esa voz, el pelinegro se sobresaltó—. Puedes decirme tus cosas, soy tu ángel por algo
—¡Tú! ¡Ayer... Tú! —se hizo para atrás— ¡Rayo MacQueen y... Y... Eso!
—No digo que este mal hablar con él pero tenemos un trato
—Entonces no fue un sueño —dijo lloroso
—No, tampoco el trato. Así que...
—¿Donde estabas? Se supone que eres mi ángel guardián, pero no me ayudaste en nada
—Wow, entonces sí me crees —hizo una exageración en su voz. Tomó seriedad y dijo:— Mira, yo estaba ahí. No fue bueno ver eso, pero aún así ayudé con algo a pesar de que no me llamaste
—Es tu deber cuidarme, a pesar de que no te llame
—Y lo hice —se cruzó de brazos—. Apareció una profesora y todo huyeron —suspiró y sacó el libro marrón, el mismo que le había enseñado a Yuuri
—¿Qué harás?
—Y Yuuri pegó al prójimo —dijo en voz alta mientras anotaba
—¡No hice eso!
—Y Yuuri pegó al prójimo —volvió a repetir
—Claro que no, eso nunca pasó
—Le pondremos que fue para defenderte, sí, eso esta bien
—No pareces ser un ángel como los que pintan las iglesias y demás religiones
—Trato de hacer mi trabajo menos aburrido
—Se nota —susurró muy bajito y el otro contestó curioso:— ¿Qué dijiste?
—Ah. Que "¿Cómo se llama?"
—¿Yo?
—Sí, no me has dicho eso
—Rayos, sabía que te había noqueado muy pronto el día de ayer y que algo me había olvidado
—¡¿Noquear?!
—Es una broma, no puedo ni ponerte un dedo encima o si no me condeno eternamente al infierno
—Oh —fue lo único que pudo decir
—Antes de que nada, yo soy el primero —puntualizó—. En el cielo me han hecho muchas bromas con juego de palabras, aburridas en sí
—Esta bien

No entendía nada pero al fin sabría el nombre de quién dependía su seguridad para toda la vida. O hasta cuando se cansara y viniera otro a cuidarlo, pero eso significaría que jamás cruzaría palabra con algún ser divino.

—Yuri
—¿Sí?
—No, ese es mi nombre. Soy Yuri el ángel custodio
—Te llamas igual que yo
—No. Tú te llamas como yo, te dije que soy primero
—Really?
—¿Qué?
—Es una frase que se me pegó de alguien con quien antes frecuentaba hablar
—Ah sí, Victor Nikiforov. Amigo de la infancia que se fue y perdió conexión contigo por alguna razón. 18 de Abril hace unos 4 años atrás, fue el día más trágico para ti y estuviste mucho tiempo pidiendo que regresara, luego cambiaron tus oraciones que decías que eran egoístas y pedías que no le faltara nada en don—
—Conozco mi propia historia, no necesito que me lo digas
—Hago alarde de mi estudio. Imagínate a alguien que se grabe cada día de tu vida en poco tiempo —dejó escapar el aire— bien, no puedo escapar por mucho tiempo de la vista de todos. Ser un observador a veces es aburrido
—Acudiré a ti la próxima vez; eso deberá de quitarte lo aburrido en tu trabajo
—Claro, como digas —ladeó su cabeza y antes de que Yuuri pueda darse cuenta, de nuevo se encontraba solo.

~Tal vez pueda acostumbrarme a esto~