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Poco a poco se fue acercando, no veía la hora de sentir esa sensación recorrer mi cuerpo, de que mi corazón comience a latir con rapidez y agilidad a la vez, de tenerlo tan cerca, demasiado cerca, tenerlo besando mis labios mientras que yo los de él.

Y ocurrió.

Al principio fue como el primer y único encuentro que habíamos tenido aquella vez en la calle; en dónde no había nadie observando, a comparación de esta ocasión, había mucha gente, muchos extraños que jamás había visto en mi vida y se me era incómodo el momento. Luego, fue totalmente distinto, nuestras lenguas vivían un juego y fue ahí en dónde todo fue extraño... definitivamente raro.

—Me tengo que ir. —dije una vez que comencé a notar que el beso iba a un ritmo bastante intenso.

—¿Ya? apenas es media noche.

—Las fiestas no son mi estilo — mentí. No sabía porque no quería seguir estando allí, tal vez porque amaba mucho a Riker y no quería herirlo. Como había dicho Talia, los humanos y las sirenas no eran compatibles y no había nada que hacer para que yo fuese una humana... como él.

—Oh, de acuerdo. Igual me gustó que hayas venido, pasamos un buen rato. — sonrió —¿Te acompaño?

—Sí, fue agradable. —contesté sin responder a su pregunta. 

Y caminé con rapidez hacia la salida mientras que Riker me observaba extrañado con su rostro tierno e inocente. Yo era de otro mundo, un mundo extraño y fantástico que no debía influenciar con el mundo de Riker: aquel que quizás había sido un gran error conocer, pero ¿por qué tenía que haberlo conocido? todo sería más fácil.

—¿Cómo te fue en la fiesta? creí que vendrías más tarde —dijo Talia sentada en una roca mientras bostezaba.

—Bien. —respondí cortante. 

—¿Qué te pasa?

—Odio no poder estar con Riker, ¿por qué no soy humana como él? realmente podríamos estar juntos.

—¿Realmente? quizás, aunque fueses humana, tendrían peleas o ninguna cosa en común de la cual hablar. Ó Riker seguramente tendría algún defecto con el cual no podrías convivir.

—¿Un defecto? Riker no los tiene; es la persona más agradable que podría haber conocido: su sonrisa, sus ojos, su bondad... no puedo encontrar alguna característica negativa en él, incluso, a veces me siento poca cosa estando junto a él, siento que es demasiado perfecto como para estar conmigo. 

—Tel... no sufras por Riker, estoy segura de que en alguna otra vida van a volver a encontrarse, o tal vez ya lo hiceron.

—No quiero que sea en otra vida, quiero que sea en esta; no puedo evitar sufrir por él porque duele mucho de todos modos, duele no tenerlo cerca y que no sepa lo que soy en realidad.

—Pero te amaría si lo supiera.

¿Me amaría? ¿Y si no lo hiciera? saldría corriendo apenas le dijiera que soy un engendro detrás de la chica humana perfecta que simulo ser... 

Talia notaba mi dolor, no decía nada, pero me observaba con pena, tristeza, como si estuviese sintiendo lo mismo que sentía.

—Cuando deseas algo con todo tu corazón, cuando estas completamente segura de que lo quieres, y te esfuerzas con el alma entera... puede cumplirse. — dijo de una vez.

Pero no era cierto.

Telxíope (Riker L. fanfict) {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora