#34#

3.4K 241 265
                                    

Albus S. Potter

Me quedé apoyado en el marco de la puerta de la antigua habitación de mi hermana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me quedé apoyado en el marco de la puerta de la antigua habitación de mi hermana. Mi madre había organizado una cena familiar.

Anna estaba tendida en la cama junto a Lily, hablaban en susurros por lo que no llegaba a escuchar que estaban diciendo.

—¿Que hacéis las dos ahí tendidas?—dije con una sonrisa, Anna elevó una ceja y me miró.

—Planear mi venganza por haberme dejado tirada—dijo con tono serio. Hice una mueca, había quedado con Alice y había olvidado completamente que le había prometido a Anna llegar juntos a la casa de mis padres.

—¿Voy a sufrir mucho?—pregunté mientras me acercaba a la cama.

—Físicamente, solo va a sufrir tu edición limitada del planeta de los simios—dijo Anna, hice una mueca de horror.

—No serás capaz—dije, ella sonrió y batió sus pestañas. Si, si que era capaz.

Me dejé caer sobre ella y la abracé. Dio un gritito antes de pasar sus manos por mi espalda. Levanté la cara de su cuello.

—¿Me das un beso?—pregunté, ella sonrió y sujetó mi cara con sus manos antes de presionar un beso en mi boca.

—Me estáis dando mucho asco...—se quejó Lily

—¿Estás celosa, hermanita?—pregunté mientras Anna acariciaba mi espalda. Apoyó su frente en mi cuello.

—¿De que todos tengáis pareja menos yo?—sé quejó—Claro que no.

Solté una carcajada y me giré para presionar un beso largo en la boca de Anna. Lily me empujó.

—Fuera de mi habitación, quiero bebés Alanna pero no que los hagáis aquí—dijo Lily mientras hundía sus dedos en los puntos de mi espalda que sabía que más me dolían.

Me puse de pie y sujeté las manos de Anna para ayudarla a ponerse de pie. Salimos de la habitación y cerró la puerta con un portazo.

—¡EN ESTA CASA NO SE DAN PORTAZOS!—se escuchó la voz de mi madre desde el salón.

—Oye, Gin, Ted no me coge el teléfono—escuché decir a mi padre—¿Debería preocuparme?

Puse toda mi atención en Anna que me miraba con una sonrisa. Rodeé su cintura con mis brazos y apoyé su espalda en la puerta.

Magos... ¿en instagram? #3#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora