Han pasado diez años y nuestros chicos han dejado atrás sus años locos de adolescencia para convertirse en adultos...Bueno, niños en cuerpo de adultos.
Más dramas, risas y malentendidos. ¿Seguirán las mismas parejas? ¿Habrá una cuarta generació...
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Draco frunció el ceño al verme al lado de Daphne en la puerta de su consulta. Sonreí y deslicé mis manos en mis bolsillos.
—¿No podías venir tu sola, princesa?—se quejó antes de besar la frente de Daphne que soltó una pequeña risa.
—Salazar, papi, tienes que empezar a acostumbrarte a Potter—dijo Daphne—Va a ser el padre de mi bebé para siempre.
Daphne entró y yo puse una mano en el hombro de Draco antes de sonreírle.
—Para siempre, papi—repetí antes de entrar detrás de Daphne.
Nos sentamos delante del escritorio y Draco, detrás. Suspiró mientras Daphne deslizaba una mano entre las mías. Le sonreí y besé sus nudillos.
—¿Has estado bien estos últimos meses?—preguntó Draco
—Algo nervioso y me fracturé un dedo en el último partido, creo que...—empecé a decir.
—Me refería a Daphne—dijo Draco mientras rodaba los ojos. Solté una risa.
—Todo ha ido bien, papi—dijo Daphne
—¿No has sentido ganas de estrangular a James o algún otro pensamiento asesino?
—No más de las que sentía cuando no estaba embarazada.
—¿Que tiene esto que ver con la evolución del bebé?—pregunté. Daphne soltó una carcajada y puso su mano en mi nuca antes de besar mi mejilla.
—Anda, tiéndete en la camilla—pidió Draco mientras se ponía de pie—A ver si deja que veamos si va a ser un niño o una niña.
Daphne hizo lo que le pidió Draco y se tumbó en la camilla. Acaricié la frente de Daphne mientras Draco pasaba su varita por la barriga. Daphne puso su mano en mi antebrazo.
Draco proyectó la imagen del bebé en la pared y sonrió.
—Todo parece ir bien—explicó—El bebé se desarrolla correctamente y el corazón tiene un latido potente y continuo.
—¿Podemos saber que va a ser, papi?—preguntó Daphne. Draco sonrió y asintió
Sentí la necesidad de morderme las uñas. Daphne tomó mi mano y apretó.
—Es una niña, Daph—dijo Draco mientras acariciaba el brazo de mi prometida—Vas a tener una niña. Una Malfoy.
Daphne me miró con una mueca. Me agaché y puse una mano en su nuca.
—Creo que esta vez gano yo, Malfoy—susurré antes de presionar mis labios en los suyos.
Una niña. Una Potter. Nunca en mi vida pensé que una mujer pudiera robarse mi corazón tan rápido. No había nacido y ya me tenía en la palma de su mano.
