Ángel guardian

Capítulo 11

Dedicado a @ChxxYxxngjxx por su reciente confesión de amor ❤, gracias por leer, me siento honrada por estar entre tus favoritas.

SeungRi se quedó de piedra en uno de los pasillos de la empresa, se había quedado hasta tarde a ayudar a los chicos de Winner con una de sus coreografías, el lugar estaba ya desierto cuando emprendió rumbo al estacionamiento, se suponía que un taxi lo estaba esperando para llevarlo a casa, pero no había pensado nunca que se encontraría otra vez con aquel demonio de ojos rojos y apariencia de perro.

El miedo lo dejo totalmente paralizado, escalofríos gélidos recorrían su espalda y congelaban sus pies, su mente decía que debía darse la vuelta y correr, pero su cuerpo no le respondía. La visión del demonio solo duro algunos segundos cuando un par de alas blancas y una cabellera castaña se interpusieron en el lugar.

— Maldito demonio — murmuro Ángel para ella misma y su pulsera comenzó a brillar — ¡Déjalo!

SeungRi no pudo ver más, la luz celestial se hizo tan grande que lo cegó, el terrible pavor desapareció y logro bajar la mirada, a ratos intentaba ver entre la luz, pero esta era demasiado fuerte y lo hacía parpadear rápidamente.

Cuando al fin la luz se desvaneció en el pasillo solo estaba su ángel guardián caminado hacia él.

— ¿No alcanzo a hacerte nada mi Riri? — pregunto ella con rostro preocupado.

— No — respondió llevándose la mano al pecho — pero de verdad que me asuste, no esperaba encontrármelo acá y...

Mientras SeungRi hablaba su ángel comenzó a sonreír, era la primera vez que le dirigía la palabra después de tres días en la que la había ignorado con mucho esfuerzo, al castaño le costaba mucho estar enojado con alguien por qué no solía ser una persona orgullosa, tuvo que hacer un gran esfuerzo para no hablarle.

— ¡No sonrías! Recordé que estoy enojado contigo — dijo cuándo se dio cuenta que le había hablado, el miedo le hizo olvidar la ley del hielo que le había impuesto a su amiga.

— Jejee mi Riri te amo — le respondió ella con ojitos enamorados, SeungRi enojado era tierno, como un niño haciendo una rabieta, ella sabía lo que le costaba estar enfadado y disfrutaba viéndolo esforzarse.

El humano dio un bufido y paso a su lado para seguir su camino rumbo al estacionamiento, pero unos pasos más allá se detuvo ¿Y si el demonio volvía a aparecer? Se dio la vuelta y miro a su guardiana con el ceño fruncido.

— ¿Me acompañaras por si lo veo de nuevo? — ella sonrió de manera muy amplia, junto ambas manos en su pecho feliz porque le estaba hablando.

— Claro mi bello pandita, aunque no me des el lemon que quiero no significa que dejare de hacer mi trabajo.

SeungRi ya sabía eso, solo se estaba asegurando, se volvió a dar la vuelta y continúo caminando escuchando atento los pasos de Ángel siguiéndolo a sus espaldas. Cuando llego al estacionamiento busco por todas partes el auto con el letrero de taxi, pero no lo veía.

— Señor Lee... — un anciano se le acerco, era el encargado de controlar la entrada y salida de los vehículos — ¿usted llamo un taxi?

— Si.

— Lo siento, se fue, dijo que espero por demasiado tiempo.

— Oh, está bien, no importa, puedo llamar otro.

— O puedes irte con el Bae Bae — dijo Ángel apuntando la camioneta de Young Bae aparcada en su lugar designado, el moreno también se había quedado hasta tarde, habían comenzado a trabajar en su comeback y tenía mucho trabajo, no sería hasta algunos meses más, pero ya habían empezado a planear vagamente como sería su regreso como solitario.