El pecho de Young Bae subía y bajaba rápidamente, su respiración estaba un poco agitada, en parte por la sorpresa y el miedo y por otro lado por la libido que sentía que haría estallar su cuerpo en cualquier momento. Miraba hacia abajo, el rostro de SeungRi, el bulto de sus pantalones pegado al cuello de su amigo, este se separó un poco y llevo ambas manos al cinturón del mayor dispuesto a quitárselo.
— ¡No Ri! Por dios ¿Que estás haciendo? Deja de bromear — dio un paso atrás, quitando las manos del otro de su pantalón.
— No estoy bromeando — llevo una de sus manos a la entrepierna del moreno, con toda la palma presiono en el bulto, palpo claramente su erección, Ri se mordió el labio inferior, estaba muy excitado, se preguntaba si Ángel quizá había hecho algo con él también. Bae apretó los ojos y dejo salir un mudo gemido — solo quiero ayudarte a que te sientas mejor.
— Ya me siento bien... — mintió ya entrando en pánico, se echó para atrás queriendo dar otro pasó en reversa, pero Ri lo engancho de uno de los bolsillos delanteros de sus jeans, no dejaría por nada que se le escapara, se estaba aprovechando, lo sabía, pero ya estaba muy caliente como para importarle.
Ri lo empujo más cerca del sofá y pego el rostro a su cuerpo, horrorizado Bae vio cómo su amigo abrió la boca y por sobre la tela, atrapó su miembro y mordió leve, otro gemido, esta vez mas sonoro salió de los labios morenos.
— No... — murmuro Bae mirando hacia abajo, su amigo mordisqueaba la tela con los ojos cerrados, sus manos se movieron atrás y acariciaron ambas nalgas de Young Bae — Ri... basta... — dijo el mayor en un susurro, su mandíbula estaba apretada, intentaba con mucho esfuerzo no dejar salir otro sonido vergonzoso, quería apartarse pero no lo hacía porque se sentía demasiado bien.
— ¿Realmente quieres que pare? — abrió los ojos y miro hacia arriba, arrastro una de sus manos desde atrás y acaricio con ella la entrepierna otra vez.
Bae lo miraba hacia abajo entre atónito y asustado, podía ver el deseo brillando en sus ojos y eso solo lograba excitarlo más, pero enseguida lo hacía preocuparse, todo eso estaba mal, muy mal, era su amigo, su compañero, el menor de todos, como su hyung debería cuidarlo no aprovecharse de él de esa manera.
— No — ¿Qué? Se suponía que debería hacer dicho lo contrario, si quería que parara "si" es lo que le ordeno a su cerebro decir ¿Por qué su boca estaba pronunciando lo contrario?
SeungRi sonrió, dejo de acariciar su trasero y lo empujo de una muñeca para hacerlo caer sentado a su lado, Bae se dejó, estaba débil por lo extraño de la situación, confundido, no le sacaba los ojos de encima al otro, quería irse a su habitación, ponerle llave y no salir jamás, pero las manos tan blancas y suaves de SeungRi lo hicieron perder la cabeza, quería más, quería que lo tocara, se imaginó esas manos tocándole el cuello, el abdomen, los muslos, filtrándose dentro de su ropa interior.
Bae se mordió el labio, una de esas hermosas manos le acariciaba la mejilla, Ri se inclinaba lentamente hacia él, horrorizado pensó que lo besaría, pero en lugar de eso llevo sus labios a la mejilla contraria a la que estaba acariciando, modio el borde de su mandíbula, Bae siseo al sentir los dientes del otro cerrarse en torno a su piel, la boca caliente de su amigo comenzó a bajar por su cuello dejando besos y pequeñas lamidas hasta que el borde de la ropa se interpuso.
— Tu cuello sabe muy muy bien Bae — murmuro sensual Ri mientras que metía una mano entre su abdomen y la ropa, acaricio los vellos cerca de su ombligo, luego su pecho y pellizco uno de los pezones, todo mientras regresaba subiendo con su boca por el cuello hasta la oreja.
Ri respiro fuerte en la oreja de Bae, a este le dieron escalofríos placenteros al sentir el caliente aliento y no pudo evitar dejar salir un ahogado gemido, la voz con la que había hablado antes el menor lo dejo anonadado y la forma en la que se movía estaba haciendo que alucinara ¿desde cuándo su amigo era tan condenadamente sensual?
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Ángel guardian
FanfictionMi nombre es Lee Seung Hyun, hace poco tuve una experiencia cercana a la muerte, me caí de un estúpido arnés mientras ensayaba para un concierto de BigBang. Ahora mis ojos pueden ver cosas que antes no estaban allí, puedo ver al ángel guardián de Bi...