Capítulo 4

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— ¡No Dae mi amor...! ¡No! — Pero no pudo hacer nada, Daesung se llevó una cucharada de sopa a la boca, su ángel guardián estaba a un centímetro de su cara diciéndole que no lo hiciera, pero no funciono — soy una pésima ángel... — dejo caer su cabeza derrotada sobre la mesa.

— No deberías comer eso, no se ve bien — dijo Seung Hyun, él había escuchado inconscientemente las advertencias de su ángel, tenía un oído más agudo que el resto para escucharla.

— ¿Por qué no? Sabe bien — y se llevó otra cucharada a la boca.

— ¡Porque dejaras hasta el alma en el wáter si sigues comiendo eso! — Ángel que estaba sentada al lado de Daesung se percató que tenía el tazón de sopa casi al borde de la mesa — bueno... esto requiere medidas desesperadas, será una fea indigestión Dae, créeme, así que perdón por esto.

Alzo su mano, aquella donde tenía el brazalete y empujo el tazón de sopa muy lentamente hacia el bode de la mesa. Ángel podía mover objetos livianos por sí misma, sin la ayuda del poder de su pulsera, ese tazón era pesado, pero no tanto por lo que la pulsera no brillo cuando la sopa se movió un par de centímetros hacia el borde.

Los tres amigos conversaban sobre la comida que estaban consumiendo, Daesung pareció perder la noción de donde exactamente estaba su tazón de sopa porque cuando se dispuso a tomar una nueva cucharada su mano choco con el pocillo provocando que este cayera al suelo, claro, no es que hubiese calculado mal, es que su comida no estaba exactamente donde él la había dejado. Por suerte la sopa no estaba caliente y no se quemó, pero hizo un desastre en su regazo y en el suelo.

— ¡Dae! — exclamo Ji Yong parándose de su asiento.

— Ahhh no... — Daesung se levantó y tomo un montón de servilletas del aparato dispensador encima de la mesa para limpiar sus pantalones.

Le llevo bastante tiempo limpiar el desastre, Ji Yong lo ayudo con la silla y el piso, agotaron todas las servilletas de su mesa, pero algunas personas que estaban alrededor les ofrecieron más para ayudarlos, Seung Hyun seguía comiendo como si nada su carne con arroz.

Cuando al fin terminaron de almorzar se dirigieron de vuelta a la habitación, Dae dijo que se adelantaría y se fue primero, su pantalón estaba mojado y olía a sopa, era desagradable así que se fue prácticamente trotando de vuelta pensando en pedirle prestado un par de pantalones limpios a Ri de su maleta.

Ji Yong y Seung Hyun caminaron juntos de vuelta a la habitación, como era de esperarse debieron firmar algunos autógrafos y sacarse un par de fotos en el camino, atravesaban una sala de espera vacía cuando Ji se desvió del camino.

— Mira, café — dijo refiriéndose a una máquina ubicada en una esquina.

Se acercó a la máquina y saco monedas de su bolsillo, las contaba cuando sintió el cuerpo de Seung pegándose a su espalda, pudo sentir su respiración tibia entre su cabello. Le mando un codazo para atrás para que se alejara.

— Compórtate, estamos en público — dijo sin darse la vuelta.

— Yo no veo a nadie — y era cierto, la sala de espera estaba vacía, solo había allí una ángel que miraba la escena con una sonrisa entusiasmada.

— Me faltan monedas, préstame — se volteo y le estiro la palma de su mano. Seung Hyun se había apoyado en el brazo del sofá de cuero que estaba a sus espaldas.

— No, te invite el almuerzo... casi me dejaste sin dinero, deberías comer menos — dijo agachándose para que su rostro quedara justo enfrente de Ji.

— Por favor Hyunnie, de verdad quiero tomar café — le hizo un puchero en su intento de convencerlo, pero Seung solo lo miraba sonriendo con las manos en los bolsillos — ¿Oppa? — eso siempre funcionaba cuando quería algo.

Ángel guardianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora