Capítulo 3

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Apenas entro a su habitación de hospital un par de brazos rodearon su cuello inmovilizándolo a un paso de la puerta.

— ¡Ri! Estábamos tan preocupados...

Era su amigo Ji Yong quien le había atacado el cuello con una abrazo, le respondió posando las manos sobre su espalda, por encima del hombro ajeno vio a Seung Hyun sonriendo, Daesung levantándose de la cama y Young Bae acercándose desde el fondo de la habitación. Después de un momento Ji lo soltó con ojos llorosos.

— Me alegro que al fin despertaras hermano — dijo Seung y lo abrazo palmeándose la espalda suavemente — ni con una semana en coma se te quitan esas ojeras ¿he?

— ¡Riiiii! — Cuando fue el turno de Daesung para darle un abrazo este lo tomo de la cintura y lo levanto del piso con una enorme sonrisa sosteniéndolo muy fuerte a lo que el maknae dio un grito ahogado — ¡Estoy tan feliiiiz!

— Dae que bruto — dijo Young Bae — ¿no ves que está convaleciente?

— Es que lo extrañe tanto — Daesung no dejaba de sonreír, lo volvió a dejar en el piso con cuidado, soltó su abrazo y retrocedió unos pasos para dejar que Young Bae se acercara.

Ese era el abrazo más difícil, los abrazos de Bae siempre eran tan especiales, su amigo lo rodeo y Ri no pudo evitar sentir una opresión en el estómago, su perfume cítrico olía siempre tan bien, hace meses que usaba el mismo y él lo amaba, puso sus manos en la espalda y se pegó al cuerpo ajeno lo más que pudo reprimiendo las ganas de recargar su mejilla sobre su hombro y cerrar los ojos. El abrazo duro menos de lo que hubiese querido, cuando se alejaba del hombro de Bae vio a su ángel apoyada en una pared al fondo de la habitación, tenía una sonrisa pícara en su rostro, ella también creía que ese abrazo había durado muy poco.

— Oye, yo reconozco eso — dijo el moreno sonriendo, se refirió a la chaqueta que vestía su amigo.

— Lo sé, es tuya, perdón — comenzó a bajar el cierre de la prenda para devolvérsela.

— No, está bien — Bae le sonrió de manera dulce, Ri sintió que esa sonrisa podría derretirlo ahí mismo, podría hacerlo ponerse de rodillas y hasta ladrar a merced del moreno — ocupala, solo me llamo la atención.

— Te trajimos un poco de ropa — Ji le indico una maleta con ruedas que descansaba en una de la esquina de la habitación.

— Gracias — le sonrió a Ji — supongo que tú la preparaste para mí.

— Si, disfrute haciéndolo — de eso no había duda para los seis en la habitación, Ji había disfrutado dentro del closet de Ri eligiendo su ropa, la maleta estaba lista desde el día anterior, cuando dejaron de medicar el coma de su amigo y los doctores les anunciaron que despertaría en cualquier momento.

— Ya déjenlo descansar ¿no ven que despertó hace poco de un coma? — Young Bae paso uno de sus brazos por sus hombros y lo empujo suavemente hasta al lado de la cama con la intención de que se acostara.

— ¡Pero es que lo echamos mucho de menos! — Dae volvió a abrazar a su maknae, esta vez lo rodeo por uno de los lados, pasó sus brazos alrededor de todo el cuerpo de Ri inmovilizándolo.

— El departamento estaba muy callado sin ti... — Ji Yong también se acercó y lo abrazo de igual forma que Dae pero del lado contrario, restregó su mejilla contra su hombro como un animalito en busca de amor.

— Es cierto, todos te extrañamos mucho pequeño panda — Seung Hyun abrió sus brazos por la espalda de Ri y rodeo a los tres con sus largas extremidades, luego miró entre el cabello castaño al más moreno que le devolvió la mirada con el ceño fruncido — ¿Abrazo de grupo?

Ángel guardianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora