¿Es tan imposible?... (Dipper x Mabel)

Te enseñare a ser mas divertida.

Y la besé, esta sensación era obvia de culpabilidad, ella estaba dudosa, se le notaba, pero a pesar de todo, Pacífica besaba bastante bien.

No noté cuando pasó, pero involuntariamente... Mi parte baja, comenzó a levantarse de a poco.

— Espera... —ella interrumpió el beso, mirando abajo, tapando su rubor, como si fuera a importarme que estuviera así de sonrojada.

<<No tiene ni idea que esto lo hago solo de caliente>>

— ¿Qué pasa? —pregunté.

— No, eso debería preguntarte yo, Dipper. Tú ya me rechazaste una vez, y ahora vienes aquí como si nada, a besarme. —se notaba algo molesta— Yo...no soy un juguete...

— Nunca dije que lo fueras.

— Lo demuestras, eso es más importante que cualquiera de tus estúpidas palabras. —¿Se estaba haciendo de rogar o qué?

— Pacífica, deja la pasividad a un lado. Dime algo, ¿yo aún te gusto? —ella miró al suelo con molestia, y asintió.

— Sí, pero yo soy Pacífica Noroeste, nadie debe jugar conmigo, menos un pobre como tú. —odio cuando Pacífica se vuelve de esta forma.

— Mira, voy al grano, si yo te gusto ¿porque no dejas que el momento siga y ya? Disfruta, realmente, lo serio es de gente aburrida. —lo empuje hacia la cama, y me quité mi pollera— Te enseñaré a ser más divertida, maldita sea.

∆Pov Mabel∆

Dipper... ¿¡Dónde coño estás?!, Han pasado ya varias horas y ni rastro.

<<¿Estás molesta, Mabel?>>

¡Claro, si se va, por lo menos debe avisarme!

<<No me extraña que se fuera, después de todo, estaba más que molesto, creo que ni siquiera te va a dirigir la palabra >>

No me hagas preocuparme más de lo que ya estoy.

— ¿Tío Stan, has visto a Dipper?—pregunté a mi tío, quien solo me miró por unos segundos y volvió a mirar la televisión.

— No sé, pero deberías dejarlo, el chico casi ni sabe lo que es vivir. Quizás esté leyendo sus absurdos libros con Ford.

Gruñí por lo bajo, ante la inservible respuesta de Stan.

— Bien, gracias de todos modos...

Bajé a la habitación de Tío Ford donde hace sus extraños experimentos.

— Tío Ford, ¿Dipper no ha pasado por aquí?

— Por aquí no, ví que salió al bosque, estaba muy furioso, por cierto. ¿Pasó algo? —me quedé callada unos segundos, con mis labios formando una seria línea recta.

— No. —sonreí falsamente— Está todo bien, iré a buscarlo para preguntarle qué le ocurre. Gracias, tío Ford.

Salí de ahí y fuí hacia mi habitación, me senté en mi cama, tomé mi teléfono y marqué el número de Dipper.

...

Nada, Dipper no contestaba.

<<Vaya que eres estúpida, obviamente no te va a responder, ¿qué esperabas? Da igual cuántas veces lo llames, está ultra molesto, no te va a contestar>>