-Gracias por venir –me dijo Clara, mi ex, una vez que me senté en la mesa de la cafetería en la que me esperaba-, seguramente estuvieses ocupado.
-No te preocupes –contesté mientras pedía un refresco.
-Te llamé porque necesitaba hablar contigo.
-Pues venga, dime –le respondí con indiferencia.
-¿Por qué no contestas ni a mis mensajes ni a mis llamadas? –preguntó con un cierto tono de enfado.
-Lo he hecho, estoy aquí.
-Carlos, sabes a lo que me refiero.
-No, no lo sé –le dije sabiendo perfectamente de lo que hablaba.
-Si quieres saco el móvil y contamos el número de mensajes que te he mandado sin obtener respuesta.
-No es necesario, me acuerdo.
-No, no te acuerdas. Directamente los viste.
Llevábamos menos de un minuto juntos y ya estábamos cogiendo impulso para discutir.
-Eres un cobarde, pero luego te las das de valiente –continuó.
-Quizás soy un cobarde Clara, pero un cobarde es una persona capaz de prever el futuro. Un valiente es casi siempre un hombre sin imaginación –contesté citando, como muchas de las cosas que digo, a Bukowski-. Y créeme que yo tengo mucha imaginación. Sé que contestarte no produciría ningún beneficio.
-¿Por qué? –preguntó Clara directamente.
-Porque estás loca Clara. Estás como una puta regadera. Me has mandado ochenta mensajes al móvil sin que yo te conteste a ninguno. Me has llamado treinta veces sin que te haya cogido el teléfono ni una sola vez. Eso, para mí, es estar loca. O, si quieres, es estar obsesionada.
-¿Por qué has quedado hoy conmigo si estoy loca?
-No lo sé, pero llevo dos minutos aquí y ya me estoy empezando a arrepentir.
-Carlos, lo estoy pasando mal.
-Pues lo siento Clara, pero no por eso tú me lo tienes que hacer pasar mal a mí. De verdad, pasa página. Lo nuestro está acabado. Hace más de un año que lo hemos dejado.
-No Carlos, no lo dejamos, me dejaste tú.
-Pues más a mí favor. Si tú no tuviste nada que ver en la decisión, qué te hace pensar que esto ahora va a cambiar –necesitaba zanjar esto ya, así que me tiré al vacío-. Clara, estoy conociendo a otra persona.
-Mi vida es una puta mierda –esa fue su contestación. Después se puso a llorar.
-A ver, Clara, tu vida no es una mierda. Simplemente llevas pensando demasiado tiempo que esta historia terminó con puntos suspensivos y la realidad es que los dos últimos puntos ya no cabían en el papel.
-No quiero saber la respuesta pero tengo que hacerte la pregunta...
-Clara –la interrumpí-, calla, es mejor que me marche.
![](https://img.wattpad.com/cover/58193518-288-k466211.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Historia de un maestro
Teen Fiction"Historia de un maestro", una historia que no te dejará indiferente. Carlos tiene veintidós años y asiste a una entrevista en un colegio. Quiere optar a un puesto como profesor. En el centro conoce a Paula, una chica que se convertirá desde el prime...