El robo

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Narrador

Era un día hermoso en una pequeña ciudad las flores crecían, los pájaros cantaban y los niños reían.

En un pequeño pueblo donde habían muy pocas casas y lugares donde hacer las compras, en una casa en particular se encontraba un chico durmiendo plácidamente, la almohada le tapaba todo el rostro y la mayoría de su cuerpo estaba completamente destapado ya que la mayoría de sábanas y tapas estaban en el suelo.

Los rayos de sol aparecían por la ventana de este chico, el cual llevaba una musculosa blanca y unos shorts plomos, en un movimiento el chico hizo que la almohada cayera dejando ver su rostro, era algo pálido y su cabello era de un pálido color plateado y algo corto y en su rostro había una cicatriz en diagonal que le cruzaba su ojo derecho y el color de sus ojos eran un morado claro.

Al hacer caer su almohada hizo que los rayos de sol que entraban por la ventana cayeran en su rostro, provocando que este se molestará moviéndose de su lugar

-Tratando de hacer que los rayos de sol no lo molestaran-. . . .Rayos. Que molesto eres maldito sol

El chico al moverse no se dio cuenta que su cama no era la suficientemente grande y termino por caerse de esta.

Se escucho un pequeño "Diablos" de los labios del peli blanco que se levantaba dificultosamente del suelo, el chico al levantarse se percató que alguien lo veía de la puerta de su habitación.

-¿Otra vez levantándose de esa manera? Eso no te hará bien, pequeño hermanito

Quien estaba mirándolo desde la puerta era una chica mayor de cabello oscuro con las puntas rubias, su cuerpo estaba bien proporcionado, su vestimenta se basaba en un pantalón largo negro y un top del mismo color, su edad era 18 años, solo era un año mayor que su hermano Dan y al igual que su hermano sus ojos eran morados claros, su nombre era Dina.

-Vamos Dan, la abuela preparó la comida, después debemos entrenar con el abuelo -Dijo la peli negra para luego ir a su habitación a cambiarse de ropa

-Claro, claro. La comida -El chico se levantó y empezó a quitarse sus prendas de vestir para colocarse una camiseta ajustada blanca, unos pantalones azules y una chaqueta sin mangas azul, se podría decir que su estatura rondaba por los 1,80 metros

El chico al cambiarse procedió a bajar las escaleras de su pequeña pero acogedora casa para llegar a la sala donde se encontraba su hermana vestida con una camisa de color azul, unos shorts negros y una gorra negra con el estampado de un copo de nieve.

-El chico no pudo evitar ver de manera extraña a su hermana- ¿Y la gorra para que?

-La empezare a usar en los entrenamientos con el abuelo, me da algo de suerte -Dijo la chica para después arreglarse la gorra con una gran sonrisa

Su conversación fue callada por unos platos de comida con tocino y huevo que había traído una señora de edad con su cabello blanco al igual que su delantal de cocina.

-Basta de cháchara, deben comer para entrenar bien después -La señora al dejar los platos en la mesa volvió a entrar en la cocina

Se había escuchado un "Gracias ab" de ambos chicos que devoraron su comida en menos de cinco segundos, luego de eso ambos chicos salieron corriendo de su hogar hacia un pequeño valle donde había un señor sentado en el césped en un estado de concentración que hacía que nada le molestara.

-El abuelo siempre esta así, si no fuera nuestro abuelo pensaría que esta loco- Dijo la chica caminando junto a su hermano haciendo notar la diferencia de estatura entre ambos

RWBY:El emperador del rayo [Volumen 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora