Viviendo con mis Truthanators

9.

—¿Y ahora? ¿Como vamos a comprar la cerveza? Cameron salio y olvide de decirle que comprara y a Cinthya aun no le dan su identificación.

—Oye me haces sentir vieja.

—¿En cerio? ¿Otra fiesta? —Dejo de mirar mi teléfono para mirarlas a ellas. —¿No pueden hacer una fiesta sin cerveza?

—¿Entonces cual es el punto de la fiesta? ¿Jugar ajedrez con una taza de té?

Esto pasa cuando intento dar mi opinión.

Dirijo la mirada a mi teléfono y entro a WhatsApp, busco en mis contactos a Cameron hasta que lo encuentro.

"Dicen que necesitan cerveza para otra fiesta"

Un par de segundos después me responde.

"Y supongo que quieren que yo las lleve... Diles que preparen la nevera"

—Dice el pecas que preparen la nevera que el va a traer la cerveza. —Apago el celular y las miro.

Todas guardan silencio y me miran. Puta madre ¿Y ahora que hice?

—¿Tu como sabes eso?

—Porque le envíe un mensaje...?

—Ja, es imposible a ninguna de nosotras le ha dado su...

Prendo el móvil, desbloqueo la pantalla y la aplicación.

Les muestro la conversación y solo me miran.

—¿Desde cuando tienes su número?

Intentan quitarme el aparato pero lo guardó antes de que suceda.

—Desde la vez que me vino a dejar —Me miran con diciendo específica. —Ahg, la vez que me sentí mal en Disney y el me vino a dejar, ese día me dio su número.

Y también me beso, pero eso no se los diré.

—¿Por que mierda no lo dijiste antes?

—Porque pensé que ustedes ya lo tenían.

Algo me dice que debo correr. Espero que de algo sirva el gimnasio.

(...)

La musica suena a todo volumen e igual que la otra vez me dejan a cargo de la puta cerveza. Bueno al menos Sam se divierte con el orejón de Félix, no entiendo como consigue novio tras novio.

Esta vez me importa una mierda lo que hacen Cameron y Cinthya. No me interesa que se estén besando frente a todos. No saldré corriendo como niña pequeña, tengo que demostrar que soy fuerte y me vale madres lo que hagan.

Por mi que se vayan a coger ahora si quieren.

Veo a Ana pasar con un vaso de plástico en mano.

—Ana, Ana, Ana, Ana, Ana, Ana, Ana.

—¿Que?

—Puedo traer a alguien a la fiesta.

—Por mi que, traela, para eso es la fiesta.

Sonríe y sigue su camino. Siiii, seguro ya esta ebria.

Tomo mi teléfono de mi bolsillo y abro el contacto deseado, le mando el mensaje incluyendo la dirección de la casa.

Subo a mi cuarto, igual que la ultima vez. Idealizó mi plan de pies a cabeza, así que me cambio la ropa de pies a cabeza, se que no se nadar, pero... Me vale madres lo que me digan.

Me pongo unos de los pocos trajes de baño que tengo de dos piezas. Una blusa color vino y un short de mezclilla que casi ni me cubre, por ultimo unas sandalias cafés. Salgo del cuarto no sin antes poner seguro a mi cuarto, bajo las escaleras y teóricamente corro a la entrada y llegó en el momento adecuado.