Cap.9

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Capítulo 9EN ESE caso me lo estaría pidiendo. No me lo estaría exigiendo.

Justin se inclinó hacia ______ hasta que sus bocas quedaron a escasos centímetros.

—¿Así que no supondría un problema?

—Mmm —murmuró ______ mientras Justin alzaba la cabeza para atormentarla con un

delicado beso en un párpado y luego otro en la mejilla—. ¿Estás diciendo que necesitas controlar

la situación?

—¿Lo estás diciendo tú?

—Me temo que esto va a ser otra competición, ¿no? Pensaba que habíamos quedado en no

presionar nuestros puntos débiles.

—En ese caso, puede que haya llegado la hora de que aprendamos a hacerlo de la manera

adecuada.

______ estaba a punto de contestar cuando Justin la silenció con un beso que alejó todo

pensamiento racional de su mente. Desde el momento en que sus labios se encontraron quedó

claro que quería mucho más que un simple beso de ella. Cuando la tumbó sobre el sofá, ______ lo

rodeó con los brazos por la espalda. Sentir el peso de Justin sobre su cuerpo mientras seguían

besándose hizo que sus hormonas se desbocaran.

Y, a juzgar por la reacción del cuerpo de Justin, a él debió de sucederle lo mismo. Ceder

finalmente a lo que ambos llevaban tanto tiempo soñando hizo que cada caricia, cada beso, cada

suspiro, resultara más erótico y potente de lo que habría resultado con cualquier otro.

______ contuvo el aliento cuando Justin deslizó la mano por su costado para introducirla bajo

su blusa.

—Te deseo toda, ______ —murmuró contra su boca y, cuando ella respondió profundizando su

beso, deslizó la blusa hacia arriba y acarició con la mano su piel desnuda. Luego, con agonizante

lentitud, bajó la cabeza para dejar un rastro de delicados besos en su estómago.

La mezcla de cosquilleo y placer que le produjo el roce de la incipiente barba de Justin contra

su piel hizo que ______ dejara escapar un gemido de deleite. En algún lugar del fondo de su mente

decidió que estaba dispuesta a arriesgar lo que fuera con tal de conseguir que Justin siguiera

haciéndole aquello el resto de su vida.

—Tienes frío —hubo una sonrisa en el comentario susurrado de Justin, incluso mientras la

besaba y deslizaba sus grandes manos por el tórax y bajo el sujetador de ______—. Ven. Voy a

calentarte.

A continuación, la tomó en brazos y la sentó en su regazo.

—Ya estabas haciendo un buen trabajo —protestó ella.

—Hay leña y periódicos junto a la chimenea. Sólo me llevará un segundo.

Unos minutos después, cuando el fuego ya caldeaba la habitación y después de que ______

colocara la pantalla ante la chimenea, Justin la apartó del hogar y la hizo tumbarse sobre la alfombra

que había ante el fuego.

Solo queda un soltero .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora