Justin no se detuvo e ignoró las preguntas de ______ hasta que se encontraron en la sala de
estar de la segunda planta de la casa.
—Siento haberte sacado así de la fiesta, pero tenemos que hablar. Ella suspiró.
—No hace falta que le cuentes a mi padre lo del tuyo, Justin. Eso es lo que ibas a hacer antes,
¿verdad? ¿Por qué?
—Tengo mis razones —contestó Justin con el ceño fruncido—. Por un lado, me parece
deshonesto ocultárselo. Si alguna vez se descubre, su reputación también estará en juego. Lo
último que necesita es que algún periódico sensacionalista revele de pronto que uno de sus
ejecutivos con mayor responsabilidad en el terreno financiero tiene una historia de adicción al
juego en la familia.
—No es una «historia». Es una persona. Tu padre está muerto y tú no eres como él —______
apoyó cautelosamente una mano en el brazo de Justin—. Si estás empeñado en decírselo, no puedo
detenerte, pero estoy casi completamente segura de que a mi padre le dará igual. A mí me lo has
dicho, y no creo que ni mi padre ni la empresa vayan a correr ningún riesgo por ello.
Justin se apartó de ella y se volvió hacia la ventana.
—Es más que eso, ______.
—¿Qué otro motivo puede haber?
—No te he traído aquí para hablar de tu padre o el mío. Necesito averiguar...
—No —lo interrumpió ______—. Antes quiero terminar de hablar de esto, porque ahora las
cosas están empezando a despejarse. Crees que si pones al tanto a mi padre de tu historia familiar
dejará de presionarte para que salgas conmigo. Sabes cuánto me molesta que se entrometa en mi
vida amorosa y, ya que eres el único soltero que queda en la junta directiva, supones que
confesándole tu secreto te considerará indigno de mí. Y dejará de jugar a Cupido conmigo.
—Creo que estás sacando más conclusiones de las debidas.
—Lo dudo. Por eso has sacado el tema cuando lo has hecho. Mi padre ha mencionado con
sorpresa cuántas parejas se habían casado en la empresa a lo largo del último año, pero luego ha
comentado que tú seguías soltero —______ se acercó a Justin y le dedicó una sonrisa con la intención
de aliviar la evidente tensión de su rostro—. Sé que en parte debería sentirme ofendida, pero ha
sido un detalle muy bonito por tu parte. Gracias.
—No trataba de mostrarme heroico, si es lo que crees. Planeaba decírselo de todos modos
—Justin se encogió de hombros y luego ladeó la cabeza para mirarla—. Sólo he pensado que, ya que
habías invitado a Randall a la cena, lo mejor era que se lo dijera a tu padre cuanto antes. Para
quitártelo de encima.
—No he invitado a Randall.
—Lo he deducido cuando has desaparecido con tu padre.
Justin metió las manos en los bolsillos de sus pantalones negros mientras hablaba y, una vez