Capítulo Once
Salí del colegio junto con mi amiga, porque tenía que ir a su casa a estudiar para una clase que debíamos dar la semana entrante.
Caminábamos un par de cuadras, cuando vimos al turro de siempre con su amigo, compartían un Fernandito. Levantó la botella hacia nuestra dirección, en forma de saludo.
Le sonreí y seguimos nuestro camino.
Después de unas ocho cuadras, llegamos a la casa. Donde la mamá de Camila me miraba con una tremenda cara de culo. Si, para ella era "la amiga mala influencia".
Tirábamos todo lo que sea del colegio en el piso, nos sacamos el uniforme y lo cambiamos por algo más cómodo. Volvimos a agarrar las cosas que estaban en el suelo y, después de preparar dos tazas de café, empezamos a estudiar.
— Lu, ¿Tenés los apuntes?— Me preguntó Camila, mi amiga.
— Sisi, los tengo en la mochila— Le respondí, así que me levanté de la silla, diciendo — Bancame que ya te los traigo.
Agarré la mochila que estaba en el sillón del living y subí rápido hacia su cuarto.
Puse la mochila en la silla, busqué los apuntes y se los di. Claramente no era una chica ordenada, así que imagínense el quilombo que tenía de hojas sueltas en la mochila.
Después de un rato separando lo que servía y lo que no, Camila agarró un sobre.
— Che, boluda— Frunció los labios y me preguntó. —¿Qué es esto?
Miré el sobre, confundida, ya que nunca lo vi en mi corta vida.
Se lo saqué de la mano y lo abrí de una.
Era una carta.
Y DEL CHICO DEL BONDI.
Mabel, Satanás, Jesús y Gauchito Gil.
Gracias, algo bueno me tenía que pasar.
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El chico del bondi.
Teen FictionLucía no era una adolescente fuera de lo común. Lo que si la distinguía de la mayoría de sus compañeras, era que viajaba a la secundaria en colectivo. Esto hizo que mediante varios viajes, conociera a Theo, el chico del bondi. En una historia do...