Esta vez estaba en el mismo sofá en donde se quedó dormida. Kelly notó rápidamente que faltaban los snacks, no estaban las mantas de polar con las cuales se taparon anoche y el televisor pasaba imágenes sin sentido que no lograba comprender. Su amiga Anna seguía ahí. Estaba mirando atentamente al televisor, sentada con las piernas cruzadas, la espalda recta y un cojín sobre sus piernas. Kelly nunca entendió cómo es que Anna podía pasar tanto tiempo en esa posición similar a la de un buda, sin sufrir dolor de espalda.
No es la primera vez que Anna aparece en sus sueños. Kelly nunca había dicho algo que perturbara el curso natural de un sueño, pero luego de su última experiencia pensó que sería divertido ver cómo reacciona su amiga cuando le diga que no es real. Kelly miró atentamente a Anna, tenía la misma ropa, los mismos zapatos y los mismos anteojos que traía puestos anoche. Incluso su cabello era el mismo. Normalmente Anna aparece en los sueños de Kelly con el cabello largo, tal como lo había usado toda la vida y esta es la primera vez que se presentaba con el cabello corto, como lo usa actualmente. <<Supongo que por fin acepté su nuevo corte de cabello>> pensó.
-Anna, mírame – dijo Kelly fingiendo seriedad. Si quería convencer a Anna de que ella no es real, no debía parecer que sólo le estaba jugando una broma.
-¿Qué ocurre? Estamos a mitad de la serie – respondió preocupada al ver la cara de Kelly.
-Anna, amiga, tú no eres real, sólo eres una recreación de la Anna verdadera, producto de mi subconsciente – Al menos eso es lo que decía esa película que Kelly había visto ya cinco veces.
-¿Cómo? – dijo Anna mientras se reía.
-Este es mi sueño, no puedes ser real – Reafirmó Kelly mientras apoyaba una mano en el hombro de su amiga.
-Kelly, me estas asustando. Dime si esta es una de tus bromas o si te volviste completamente loca – Respondió Anna sujetando la mano de Kelly para quitarla de su hombro – Seguramente crees que me dormí mientras veía televisión e intentas jugarme una broma. Sólo cerré los ojos por cinco segundos, no voy a caer en esto Kelly, tienes que ser más inteligente la próxima vez.
-Eres tan testaruda como la Anna verdadera– dijo Kelly pensando en lo poderosa que es su mente, capaz de crear a una Anna con esas características – Mira el televisor, son sólo imágenes sin sentido, figuras sin formas. ¿Por qué estamos viendo eso?.
-¿Qué hiciste con el televisor? – respondió Anna con una cara de confundida –. Admiro que hayas planificado tan bien todo esto y de verdad lamento que no funcionara, pero ya coloca lo que estábamos viendo por favor. Sólo faltan dos capítulos y no me los quiero perder.
-Está bien Anna, sólo pásame la última rebanada pizza.
-Si eso era lo que querías podrías haberlo pedido desde un principio – Dijo Anna un poco molesta mientras estiraba su brazo sin mirar hacia la caja de pizza que estaba a su lado.
Sólo quedaba una rebanada y era de Anna, razón por la que decidió dejarla de su lado en el sofá para un alcance más rápido. Anna palpó el sofá en busca de la rebanada sin éxito. Giró su cabeza lentamente y miró hacia el lugar en donde había dejado la pizza hace sólo unos minutos.
-¿En dónde quedó? – preguntó a sí misma.
En un intento de búsqueda notó que tampoco estaban los snacks, los vasos sucios ni los envases de bebida
-Estas en mi sueño, Anna – repitió Kelly mientras veía los intentos desesperados de su amiga por encontrar la pizza entre los cojines o debajo de la mesa en la cual suelen apoyar sus piernas mientras ven televisión desde el sofá.
-Me estás asustando Kelly. Tú nunca haces este tipo de bromas. Si quieres que admita que me dormí durante algunos minutos está bien, lo haré. No necesitabas hacer todo esto.
En ese momento Kelly pensó en una situación inversa ¿Sería capaz ella misma de aceptar que no es real? Jamás lo haría. Ella conoce muy bien a Anna y seguramente es por esa razón que su personificación onírica se comporta como lo haría la Anna real. Lo mejor sería intentar calmar a su amiga que ya parecía bastante asustada.
-Lo siento Anna, sólo estaba bromeando. Yo cambié el televisor y escondí las cosas. Por favor perdóname – dijo realmente arrepentida de lo que acababa de hacer.
-No sé qué intentabas hacer pero ya no quiero estar aquí. Llamaré a mis padres para que me vengan a buscar.
Anna sacó el teléfono de su bolsillo e intentó encenderlo.
-¡No tiene carga! – Exclamó mientras se dirigía a encender la luz – Esta cosa tampoco funciona. ¡¿Qué ocurre con esta casa?! – por su tono parecía realmente nerviosa.
-Anna, cálmate. Así son los sueños.
-¡¿Sueños?! ¿Vas a continuar con eso? Iré a buscar a tu madre para que me lleve a casa.
Anna conocía la casa de Kelly como si fuera su propia casa. Caminó hasta el final del pasillo intentando encender las luces sin éxito. Estaba realmente asustada ya que el televisor seguía encendido.
-No es posible que todas las ampolletas fallen al mismo tiempo – decía a sí misma.
Al llegar al final del pasillo, el cual se le hizo un poco más largo de lo habitual, Anna notó que la puerta estaba entreabierta. Sintió un frío que venía desde el interior de la habitación y se animó a entrar.
-Sra. Marta, no me siento bien. ¿Podría llevarme a – Su voz se cortó de golpe y soltó un grito que se escuchó en toda la casa.
Kelly despertó por el fuerte grito de Anna. Anna había gritado en la vida real al mismo tiempo que en el sueño de Kelly. Ambas se quedaron petrificadas por unos segundos hasta que Anna decidió hablar.
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R.E.M.
Fantasy¿Alguna vez te haz preguntado si los sueños son reales? Kelly es una chica de 17 años que está muy consciente de sus sueños. Hasta ahora, nunca había intentado alterar el curso natural de un sueño, pero todo se sale de control a medida que comienza...