-Lo siento, tuve una pesadilla ¿Te desperté?.
-No te preocupes, a mí también me pasa a veces – respondió Kelly intentando calmar a Anna.
Kelly no estaba segura de lo que acababa de pasar. ¿Tuvieron el mismo sueño? No es primera vez que Kelly despierta por un ruido que escuchó al unísono en un sueño y en el mundo real. Cuando soñamos, nuestro oído sigue activo y los sonidos que escucha nuestro cuerpo se mezclan con el mundo de los sueños. Como los sueños ocurren en otra escala temporal, rápidamente nuestro cerebro nos pone en una situación para darle lógica a todos los sonidos que nuestro cuerpo durmiente percibe. Eso lo aprendió Kelly a partir de muchas experiencias. Kelly coloca el despertador a las 07.45 para ir a la escuela y algunas veces el sueño la vence antes de levantarse. Si Kelly no ha salido de su habitación, a las 07.55 su madre le grita desde la cocina que el desayuno está servido. Sólo 10 minutos de sueño bastan para que Kelly pase varias horas en el mundo onírico hasta que aparezca su madre en el sueño para decirle sincronizadamente con su madre real <<¡El desayuno está listo!>>. Aunque estaba acostumbrada a eso, esta vez fue diferente. Esta vez todo parecía un poco más confuso, más elaborado para un simple sueño.
-Tuve una pesadilla – dijo Anna, sin sospechar lo que acababa de ocurrir.
-Cuéntame, sabes que me fascinan los sueños y tú nunca me cuentas los tuyos – respondió Kelly emocionada, esperando descubrir si realmente tuvieron el mismo sueño.
-Eso es porque nunca recuerdo mis sueños, tú lo sabes mejor que cualquiera. Mi memoria no es como la tuya.
-Vamos, cuéntame ahora antes de que lo olvides – dijo Kelly mientras encendía una lámpara al costado del sofá.
-No lo sé, realmente prefiero no hablar de eso. Fue un sueño muy extraño.
- Está bien Anna, sólo pásame la última rebanada de la pizza.
Anna se quedó perpleja al oír las palabras de Kelly y un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
-¡Dime que no fue real! – Exclamó Anna mientras se acercaba a Kelly. Parecía muy asustada nuevamente.
-No lo sé. No sé qué fue lo que ocurrió, pero creo que ambas tuvimos el mismo sueño – Respondió Kelly muy emocionada, jamás había compartido el sueño con otra persona. Es la primera vez que algo así le ocurre – ¿No te parece genial?
-¿Genial? ¡Algo casi me mata! – exclamó Anna con los ojos llenos de lágrimas.
-Anna, cálmate, fue sólo un sueño. Los sueños no pueden lastimarte – dijo Kelly abrazando a su amiga.
-Lo sé, pero se sintió muy real. Llamaré a mis padres para que vengan a recogerme. Necesito descansar en casa.
Anna sacó su celular para llamar a sus padres. Su rostro se alivió al ver que su teléfono funcionaba y aún tenía más de la mitad de carga. Mientras buscaba el número de su padre, Kelly observaba el rostro de Anna iluminado por el brillo de su teléfono. El cabello corto de Anna dejaba su cuello al descubierto.
-Anna ¿Qué te ocurrió en el cuello? – Dijo Kelly asustada mientras se le erizaban los pequeños y casi invisibles bellos de su brazo.
-Ahora no estoy de humor para esto– respondió Anna mientras cubría su cuello con la mano izquierda - ¡Auch! – Exclamó – arde.
-¡Déjame ver! – exclamó Kelly mientras retiraba la mano de Anna.
Kelly tomó el celular de Anna y alumbró su cuello.
-¡Tienes tres marcas rojas a lo largo de todo el cuello! – Dijo Kelly muy nerviosa - ¿Qué fue lo que viste en la habitación de mi madre?
-Estoy muy asustada, Kelly. Esta conversación no debería tener ningún sentido. ¡Dime que aún estamos en un sueño por favor! – Exclamó Anna nuevamente con los ojos llenos de lágrimas.
-No lo estamos, Anna. Este es el mundo real. Si algo te atacó en un sueño eso ya no está aquí, te lo aseguro – Dijo Kelly con tal seguridad que logró calmar a su amiga – Ahora cuéntame que sucedió.
-No lo sé, cuando entré a la habitación de tu madre había algo. Estaba Oscuro. Sólo sentí que alguien intentó estrangularme – Dijo Anna aun intentando asimilar lo que había ocurrido.
-Lo que sea que haya sido debe tener las manos bastante grandes – dijo Kelly un poco insegura mientras observaba las marcas sobre el cuello de Anna, las cuales cubrían todo su cuello, como si se tratase de un collar.
-Sólo olvidemos que esto ocurrió – Dijo Anna mientras encendía el televisor.
-Está bien – Asintió Kelly.
Anna y Kelly pasaron la noche viendo televisión. Ninguna de las dos se atrevió a emitir ni una sola palabra durante toda la noche, aunque ambas no dejaban de pensar en ello. Al amanecer, Kelly acompañó a Anna hasta su casa, quien parecía muy agotada y sus ojeras podían verse a varios metros de distancia. Kelly volvió a casa y subió las escaleras hacia su cuarto.
-14 escalones – dijo sin ánimo y se dejó caer sobre su cama. Pasar toda la noche despierta es realmente agotador.
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R.E.M.
Fantasy¿Alguna vez te haz preguntado si los sueños son reales? Kelly es una chica de 17 años que está muy consciente de sus sueños. Hasta ahora, nunca había intentado alterar el curso natural de un sueño, pero todo se sale de control a medida que comienza...