[[Capítulo 10]]

226 23 4
                                    

A la mañana siguiente Hee Sook despierta y de inmediato su amigo ingresa a la habitación, tocando la puerta primero, por supuesto. Inmediatamente, se ve obligada a cambiar de posición, arreglando su cabello de manera decente sabiendo cuán desordenado debía verse.

"Oh, despertaste" dice su amigo y la muchacha le sonríe torpemente. "Traje ropa limpia para que te cambies" dice colocándolos al borde de la cama. "Gracias Kai" dice para luego ponerse de pie.

"Cuando termines, baja a desayunar" dice antes de salir de la habitación. Tan pronto como sale de la habitación, Hee Sook se dirige a la ducha. Cuando ingresa al cuarto de baño, mira fijamente su reflejo en el espejo. Se veía tan desaliñada, bueno, ¿quién no se ve de esa forma al despertar? Pregunta para sí misma, manejar la muerte de su amiga no fue tan fácil como parecía.

El collar de ala negra, colgando desde su cuello, captó su visión; lo tuvo todo el tiempo que pudo recordar. "Recordar", esa palabra comenzaba a molestarle mucho desde que despertó en su apartamento hace 3 meses. Todo lo que podía recordar es que tuvo una compañera de habitación, es amiga de Kai y está estudiando medicina.

Su compañera de habitación, Jihyo, fue la primera persona a quien pudo recordar. Aún recordaba cuan extraño era todo a su alrededor. En sus recuerdos aún permanence el día en el que Jihyo le jugó una broma diciendo que dejara de estudiar demasiado o de lo contrario terminaría por olvidarse de todo el mundo.

Demonios, ni siquiera podía recordar una sóla cosa sobre su niñez o sus padres. Es como si le hubiesen borrado todos sus recuerdos. Cuando finalmente se lo contó a sus dos amigos, Jihyo y Kai, ellos la apoyaron y le dijeron que estaba bien, que muy pronto lograría recuperarlos. Incluso fueron a buscar al director para preguntarle acerca de sus antecedentes y su respuesta no la satisfizo en absoluto.

El director simplemente le respondió diciendo que era huérfana y se suponía que su respuesta debía hacerla sentir triste, sin embargo no sintió nada. Esas palabras no significaban ninguna tristeza ni emociones para ella en absoluto. Honestamente, no estaba muy segura de cómo reaccionar, pero sus amigos la ayudaron a superarlo y terminó por dejar todos esos pensamientos a un lado.

Después de ducharse, Hee Sook salió del baño y se colocó el vestido negro que Kai le había entregado. El vestido le quedaba algo grande, pues debió haber sido de su madre. Luego de eso se da cuenta a donde terminará llendo, al entierro de su amiga. La primera persona que saludó y la chica más linda que había conocido ya no estaba más con ella.

Ella sigue a Kai, quien se dirigía fuera de casa para ir hacia donde se encontraba el funeral. En todo el camino, ella no se inmutó a decir ni una sola palabra pues aún no podía creer la muerte de su amiga.

En el funeral, Hee Sook escuchaba atentamente cada discurso que todos hacían sobre la preciada Jihyo. Su madre le ofreció a la joven que dijera algunas palabras, pero ella lo rechazó diciendo que no podía poner sus emociones en palabras, y eso era prácticamente cierto. Su muerte parecía surrealista, extraña y aterradora para ella. Al mencionar el nombre de su amiga, la imagen de su cuerpo colgando siempre aparecía en su mente.

Kai, por otro lado, estuvo acompañándola durante todo el entierro, sosteniendo firmemente su mano cada vez que ella rompía en llanto. Él también sentía una gran tristeza y dolor al saber que su amiga ya no estará más en el mundo, sin embargo, cree que llorar no resolverá nada.

Después de que el funeral terminara, todos se fueron, sin embargo Hee Sook deseó quedarse un poco más de tiempo y Kai apenas estuvo de acuerdo. El muchacho se ofreció a traer el abrigo de su amiga pues ya empezaba a sentirse el frío desde hace apenas unos días atrás. Mientras la joven observa el ataúd de su amiga desde lejos, debatiendo si acercarse o no, observa a un tipo, alrededor de su edad, caminando más cerca del ataúd.

El chico estaba vestido completamente de negro y silenciosamente va acercándose más para luego colocar una rosa roja encima. Sin embargo, el muchacho levanta la vista y sus miradas terminan conectándose, pero su rostro no le resultaba familiar. El chico gira su cabeza y comienza a alejarse, algo dentro de Hee Sook decía que debía seguirlo y lo hizo. Desde que Hee Sook conoció a Jihyo, no ha tenido algún novio o amigo mas que Kai. Diablos, ella apenas era hija única y la mayoría de sus primos eran mujeres.

"¡H-hey espera!"

Grita, no estaba tan segura si continuar siguiéndolo o no. Podría ser alguien con malas intenciones, juzgándolo por cómo se viste, y hacer eso a propósito para secuestrarla o algo así. La muchacha observa que el chico gira hacia su izquierda, llendo hacia un enorme árbol y ella termina siguiéndolo, pero increíblemente el muchacho ya había desaparecido.

Algo en el suelo llama su atención, era una pluma negra. Esto se siente extraño, dijo en su mente cuando recogió la pluma para luego alejarse del árbol. Tan pronto cómo regresó, pudo notar lo preocupado que Kai se encontraba.

"¿Dónde estabas?" preguntó mientras se acercaba más a ella. "Vi a un chico colocar esa ro..." Hee Sook señala el lugar donde supuestamente se encontraba, pero había desaparecido. "¿La cogiste?" pregunta. "¿Coger qué?" pregunta Kai sin entender a lo que se refería. "Juro que había una rosa roja ahí encima, un tipo la colocó" insiste mientras toca la parte superior del ataúd.

"Tal vez alguien te jugó una broma" dice, acariciando su hombro. "Sí, tal vez..." susurra mientras sigue a Kai hacia su auto. Antes de entrar al auto, Hee Sook echó una última mirada al cementerio con la esperanza de encontrar alguna señal del chico, sin embargo no había nadie. Y ahí fue donde terminó por creer las palabras de Kai.

He vuelto a revivir el fanfic hermosas... los estudios me impedían actualizar, pero ya que estoy de vacaciones... 7u7 if you know what i mean

Mi Demonio GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora