LA PROPUESTA (Terminada)

UN TRATO

Chapter 2: Un trato

En el capitulo anterior...

Me confundí aun más. No entendía nada.

- Explica té mejor - Rogué mientras pedía mi latte.

- Quiero perder la virginidad - Y suspiro - Contigo.

- ¿Conmigo?

- Si.

- ¡Que mala broma, Sakura! - Rió hasta mas no poder, pero entonces fije la mirada en ella y estaba seria, eso quería decir que no bromeaba - ¿En serio?

- Si.

No sabia que decir, es decir, si sabia que decir pero estaba demasiado sorprendido para aceptarlo, o rechazarlo. Era su mejor amiga, su confidente, su alumna, su alma gemela. Ella estaba allí sentada frente con su hermoso y angelical rostro mirándole serio, en suspenso esperando una respuesta. No podía, ni loco haría eso.

- No lo haré. No cuentes conmigo para esa locura.

Capitulo II. Un trato.

Lo vio entrar con su aire despreocupado mientras se quitaba el saco negro que hoy usaba como parte del traje, se revolvía su pelo chocolate por el estrés de la semana tan atareada que se vivía en la empresa. Toda su familia se dedicaba a negocios, pero a el como el único heredero hombre de la familia Li, le habían dejado los negocios mas complicados.

- Hola, Sakura - Saludo mientras tomaba asiento en su asiento al otro lado del escritorio.

- ¿Te puedo secuestrar?

- Como lo deseo.

- Lo se - Le sonreí, y el me dio una mueca - Debes tomar un descanso, no me canso de repetírtelo.

- Y yo no me canso de oírlo, pero sabes que no puedo tengo una gran responsabilidad desde que tengo memoria.

- Odio las responsabilidades, sobre todo cuando todas recaen sobre una persona tan delicada como tu - Murmuro mientras se ponía detrás de el para darle un suave masaje en sus hombros.

- Te quiero por eso.

- Lo se.

Mientras masajeaba los grandes hombros de su amigo sintió como se relajaba, nunca entendía como sabia cuando Shaoran la necesitaba pero ella siempre estaba allí en su oficina esperándolo cuando el estaba mas estresado, era como una conexión mental. Al igual que al se le ocurría visitarla cuando ella necesitaba de compañía, por eso Tomoyo siempre decía que ellos serian la pareja perfecta, pero eso no era posible.

- ¿Sabes? Pensé en tu propuesta.

- ¿En serio?

- Si, y aunque es una locura, podría aceptar.

- ¿Podrías? ¿Todavía no te decides?
- No - Susurro pero yo escuche perfectamente.

- ¿Qué necesito hacer para convencerte? - sonreí mientras me sentaba sobre su escritorio, y le miraba de frente.

Sus ojos de color chocolate me encantaban al igual que su pelo eran perfectos. A Shaoran todo le quedaba bien pero sus ojos representaban tantas cosas, pero a la vez callaban tantas cosas. Observe como se desato un poco la corbata roja que traía en ese momento, y me miro sonriente.

- Muchas cosas, todas igual de difíciles.

- ¿Y cada una de ellas intentara convencerme de que es una estupida decisión? - Curiosee.