James Dean ; young james franco.

c e r o

                           Palo Alto, California, 1996.

Detestaba vivir aquí, sabía que era un lugar bonito, pero también sabía que se sentía como un callejón sin salida, y odiaba ese sentimiento.

Salí de mi casa para dirigirme a la escuela, y el aroma a tierra mojada me recibió, junto con una brisa de aire frío. Me abracé a mí misma y comencé a caminar a la parada de autobús.

En cuanto llegué pude observar a algunos chicos debajo del gran árbol que adornaba la parada. A algunos les hablaba, y a algunos solo los conocía de vista.

Después de cinco minutos aproximadamente, el autobús llegó. Todos subimos en fila. Busqué con la mirada a Rosalinda, quien se encontraba sentada en la parte de atrás del autobús.

- hey - saludé sentándome a su lado.

- hola - sonrió - pensé que faltarías - la miré confundida.

- ¿por que faltaría al primer día de clases? - pregunté.

- no lo sé - se alzó de hombros - yo lo haría - soltó una risa.

Era nuestro primer día del último año de secundaria. Un año más, y estaríamos en nuestro primer día de preparatoria. El tiempo si qué pasa muy rápido.

El autobús se estacionó, indicando que habíamos llegado a nuestro destino.

Al bajar del autobús, vi a muchas personas, unas riendo, otras corriendo a sus clases, y otras haciendo cosas diferentes.

Estábamos a punto de cruzar el estacionamiento para entrar a la escuela, cuando un carro casi nos atropellaba a Rosalinda y a mí.

- ¡muévanse nenas! - gritó un chico que venía en el carro.

- ¡idiotas! - grité - ¿estás bien? - miré a Rosalinda. Asintió.

- deben ser de preparatoria - dijo respirando ya tranquilamente - no creo que alguien de nuestro grado conduzca un carro así, y mucho menos de esa manera - dijo.

- vayamos a clase - dije cambiando de tema.