d i e c i s i e t e

317 22 2
                                    


Me encontraba acostada en mi cama, mirando hacía el techo, James y yo seguíamos sin hablar, lo cuál realmente me afectaba, pero él lo había decidido así, no yo.

Aunque, aveces me ponía en su lugar y creo que yo también me hubiese molestado o al menos, me hubiera sentido mal si él hubiese hecho lo mismo.

Pero realmente ni yo sabía que sentía, estaba 100% convencida de lo que sentía por él, pero jamás, o hasta ahora, no puedo decir que lo amo, ya que aunque sean unas simples palabras, cargan un significado enorme.

Decidí que iría a caminar un poco, necesitaba distraerme de todo lo que estaba pasando y caminar sería de gran ayuda.

Después de caminar por unos 30 minutos aproximadamente, llegué a el parque John Boulware, una vez ahí, me dirigí a una banca que se encontraba cerca y tomé asiento.

Observé a unos cuantos niños jugando con la tierra, otros corriendo o en los juegos que estaban en el parque.

Sentí algo de nostalgia al verlos, ya que admito que aveces extrañaba mucho ser pequeña y no tener ningún tipo de preocupaciones. 

- ¿Puedo sentarme? - dijo una voz bastante familiar. Volteé a ver de donde provenía esa voz y vi a James. Asentí con la cabeza  - ¿Qué haces aquí sola? - dijo sentándose. 

- Solo salí a dar un paseo - alcé ligeramente los hombros. 

- Lamento no haber hablado en días - me miró - es solo que he estado ocupado - se rascó la cabeza.

- Está bien - suspiré - pensé que estabas molesto.

- ¿Por qué debería estarlo? - lo miré - no puedo obligarte a decir algo que no quieras o que no sientas - pausó - pero eso no cambia nada de lo que siento por ti - me abrazó por los hombros. Sonreí. 

Había extrañado demasiado a James y el hecho de que apareciera ahora, me hacía sentir bastante bien e incluso pensaría que estábamos conectados mentalmente, lo cual sería tonto, pero realmente lo pensaba. 

James Dean  ;  young james franco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora