v e i n t e

401 30 11
                                    


Tres días, tres malditos días llevaba en el hospital, sin saber nada de mi papá, ya que los doctores no nos habían dicho nada.

Rosalinda y Alice habían estado aquí desde el primer día, obviamente por cortos momentos, pero realmente sentía su apoyo, al igual que el de James.

- Toma - dijo mi mamá ofreciéndome un plato de sopa. Negué con la cabeza - Necesitas comer algo.

- No tengo hambre - era verdad, no podía comer nada sabiendo que papá estaba entre la vida y la muerte.

Después de que mamá se diera por vencida, salí de la habitación y vi a James, quien estaba dormido en un sillón de la sala de espera.

- Pasó aquí toda la noche - dijo una enfermera de unos 50 años.

No pude evitar sentir ternura al verlo ahí, dormido e indefenso. Sabía que James tenía problemas en casa, pero aún así prefirió quedarse aquí, conmigo.

Me senté a su lado y comencé a acariciar su mejilla, lo cual hizo que él se despertara. Reí al ver sus ojos intentando abrirse y su cabello despeinado.

- Buenos días - su voz era algo ronca, un poco más de lo usual. 

- Lamento despertarte - él asintió con la cabeza - gracias por quedarte- dije acariciando su mejilla.

- No tienes nada que agradecer - sonrió - estaba pens... - la voz de una enfermera lo interrumpió.

- Señorita Lewis venga por favor - la miramos - es su padre.

Sabía lo que esas palabras significaban, pero realmente esperaba estar equivocada.

Me paré enseguida y me dirigí a la habitación, ahí pude ver a mamá llorando a un lado de la cama donde se encontraba papá.

- No - dije acercándome - no es posible - dije tomando la mano de papá - no te puedes ir, no ahora - las lágrimas comenzaron a salir - no nos puedes dejar, no me puedes dejar - comencé a llorar más.

El doctor y la misma enfermera entraron y nos sacaron de la habitación.

- Lo siento - dijo el doctor.

- ¿Siente su muerte o el no haberlo salvado? - grité molesta.

Salí corriendo de ahí, realmente no sabía a donde iba, solo que tenía que huir de ahí. 

- Juliette - era la voz de James - lo siento - dijo tratando de tomar aire.

- ¿Lo sientes? - lo miré - ¡dijiste que no pasaría nada! ¡lo prometiste! - comencé a llorar otra vez. Sabía que estaba mal intentar culpar a alguien, pero me negaba rotundamente a aceptar que papá se había ido para siempre.

- No estaba en mi y lo sabes - pude escuchar su voz un poco cortada.

- No puede estar muerto, no él - dije llorando más, él me abrazó - Él dijo que nunca me dejaría y no lo cumplió - comencé a golpear su estómago - ¿por qué tuvo que ser él y no yo?

- hey - me miró - no digas eso - pausó - todo pasa por algo.

- yo amo a mi papá - lo miré y él hizo lo mismo.

- Lo sé y por eso debes dejarlo ir, él no querría que te quedaras estancada.

Sabía que James tenía razón, pero no podía, no podía dejar ir al hombre que me había dado la vida, al amor de mi vida, simplemente no podía ni quería hacerlo.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 05, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

James Dean  ;  young james franco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora