Brillando bajo las estrellas

7. Pasillo C, ala este.

Al día siguiente, Scarlett no levantó a Chloe, lo que produjo que se levantara  tarde y llegara al salón diez minutos de retardo, al llegar, su cansancio se notaba demasiado, sus mejillas se tornaron de un color rosado y su frente estaba llena de sudor, ese día para ella fue un día demasiado agotado, después de todo se había acostado demasiado tarde, más de lo normal y su conciencia estaba llena de culpa por lo que le hizo a Noach, ella no estaba molesta con él por el hecho de que la mandara a un salón sucio y en muy mal estado, después de todo ella se lo merecía, ni siquiera podía pensar en lo furioso que se había puesto Noach esa noche, después de todo ella no quiso demostrar sus habilidades durante más doce horas y todo lo hizo intencionalmente para sacar de Casillas a Noach que evidentemente logró.
Al entrar al salón se dió que era algo pequeño y en mal estado, sus paredes eran de color blanco, pero había un pequeño detalle, esa aula solo tenía unas cuántas sillas, en las que en una de ellas se encontraba Scarlett, escribiendo algo en su pequeña libreta de color verde, sus ojos se abrieron como platos y lo único que hizo fue alzar su dedo índice y apuntar hasta donde se hallaba ella.

-¡T... Tú! - tartamudea Chloe dirigiéndose hasta un asiento que se encontraba al lado de la chica.- ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas en una clase "avanzada".

-Pues como ves, me mandaron para poder "mejorar" mis habilidades, ¿Sabés? No puedo creer que manden a esta genio a una clase que no sirve para nada, comenzando por este salón que no cumple con mis espectativas.- dice lo último con una voz burlona y sarcástica.

-¿Desde cuándo los salones deben cumplir con tus expectativas?- dice Chole acomodándose en el asiento y poniendo un pequeño bolso en el espaldar. - Como sea, ¿Por qué rayos no me despertaste?

-¿ Desde cuando soy tu despertador? No lo hice porque pensé que tenías que ir a la clase de 10:00 de la mañana, pero por lo visto tu horario cambió drásticamente, ya que estamos entrando a las preguntas, ¿Por qué estás aquí?

-Hice algo que no debía y me mandaron para acá.- sus ojos comenzaron a detallar todo el lugar, solo habían seis sillas que por lo visto  cinco de ellas estaban ocupadas, a parte de ellas habían otras tres chicas, una de cabello rojo con unas gafas de color negro que hacía juego con su cabello y con su piel pálida, ella se encontraba sentada de primera en la segunda fila, mientras que la otra chica que se  encontraba detrás de ella tenía el cabello rubio claro, no la pudo detallar muy bien pero algo le decía que a comparación de ella misma, aquella chica era mucho más femenina y por último en la última parte del salón, al lado de la puerta se encontraba una chica de cabello castaño oscuro, su piel era de un tono medio, y sus ojos miel hacían contraste con su cabello. Al sacar su pequeña libreta color rojo llena de dibujos, se dió cuenta que una de las chicas se acercó a ella y en ese momento su pregunta retumba en el salón.

-¿Eres de por aquí? No te he visto por este lugar, tal vez porque seas nueva, por cierto, mucho gusto, me llamo Zenia.- extiende una sonrisa de oreja a oreja, sus dientes eran totalmente blancos y perfectos para Chloe, incluso para ella parecía una sonrisa de gato, algo perfecta y tierna.

-No, soy de Windelle tengo una semana de haber llegado, mi nombre es Chloe, espero que nos la llevemos muy bien.

Al decir estas últimas palabras, un profesor entra al salón, no era de esos profesores con personalidad fría o de esos a los que nadie podía dirigir una palabra, era totalmente lo contrario, su estatura era baja en comparación a la estatura normal de los demás, tenía puestas unas gafas gruesas color marrón, y su cabeza era totalmente calva, tanto, que se podía notar un brillo, algo que hizo gracia en Chloe, su timidez era algo que se notaba a simple vista, también se podía notar que era alguien a quien nadie le hacía caso. Al entrar, dejó sus cosas en el escritorio y con un poco de tartamudeo dijo: