Capitulo: 3

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-De verdad lo siento mucho, mejor tomo un taxi- Dije muy avergonzada.

-Son las tres de la mañana, no vas a conseguir un taxi a estas horas- Habla y se encoge de hombros.

Tonta Natalia, ahora te encuentras con un extraño a mitad de la noche y quién sabe dónde. Aunque si lo pienso bien, no es tan extraño, por lo menos se su nombre, si es que es su nombre real.

-Entonces creo que llamare a alguien- Busco mi teléfono en mi bolso para llamar a mi hermano, sé que él no me podría decir que no- mierda- digo por lo bajo al ver que este no tiene batería.

-¿Pasa algo?- Pregunta el chico de ojos azules- Natalia, podrías darte un poco de prisa, está helando.

-Es que mi teléfono se quedó sin batería- Digo llevando ambas manos a mi cara por la frustración. Si me hubieran dicho que mi día seria así de malo, no me hubiera levantado esta mañana- Espera un momento...- me quito las manos de la cara y lo veo con los ojos muy abiertos- ¿Cómo sabes mi nombre?, no recuerdo habértelo dicho aun- el ríe, lo cual me asusta un poco- no es gracioso, respóndeme- me llevo las manos a la cintura en forma de jarra y entre cierro los ojos.

-Lo que pasa es que...- Hizo una pausa unos segundos y se acercó más a mí- soy un asesino a sueldo y me contrataron para matarte- yo me quedo viéndole directamente a los ojos, mientras se me erizan todos los vellos del cuerpo, el me sigue mirando fijamente, hasta que suelta una carcajada.

-¿De qué te ríes?- Digo intentando sonar firme.

-Deberías ver tu cara- Habla sosteniéndose el estómago por la risa, mientras yo lo fulmino con la mirada- Esta bien- dice retomando la compostura- escuche cuando tu novio te llamaba por ese nombre- se encoge de hombros, quizá tiene razón, Dylan me llamo varias veces por mi nombre.

-Tienes razón, lo lamento, es que es raro que un completo extraño me haya ayudado a huir así y me haya traído a su casa, donde viven los ricos- señalo todo el lugar.

-Yo me había presentado, pero si no lo recuerdas, mi nombre es Logan Blake- Me extendió su mano para que la tomara.

-Yo soy Natalia Miller- Estrecho su mano y este me guiña un ojo- es un placer, Logan.

-Muy bien Natalia, ahora que nos conocemos oficialmente, podemos pasar, me estoy congelando aquí afuera, y así, te presto mi teléfono, si es que lo encuentro- dice esto último en un tono casi inaudible mientras empieza a caminar hasta la entrada.

-Si es que lo encuentras, ¿Qué quieres decir?- Comiendo a seguirlo a paso rápido y este se detiene en seco haciendo que choque contra su pecho.

-Hey, ten cuidado- Me toma de los hombros y me separa a una distancia prudente de él.

-Lo siento.

-Oye, ya deja de disculparte por todo, ¿sí?, y con respecto a lo de mi teléfono, es que no sé dónde lo deje- Hace una mueca y el miedo vuelve a recorrer mi cuerpo.

-¿Acaso no tiene un teléfono fijo?

-Nunca lo necesite, casi nunca estoy en casa, así que solo necesito mi móvil- Solo se encoge de hombros.

-Está bien, por lo menos podremos conseguir con alguno de tus vecinos- Digo un poco más animada, pero aún sigo nerviosa, espero no arrepentirme de esto.

Entramos al edificio y era algo muy hermoso, además de enorme, me pregunto que hará este chico para vivir en algo como esto.

_Quizá vende órganos.

_Consciencia, no estas ayudando mucho.

-Mis padres tienen dinero- Hablo mientras caminaba delante de mí, es como si supiera lo que estaba pensando- por eso es que puedo darme este tipo de lujos- yo solo asentí y lo seguí hasta el elevador.

Subimos hasta el quinto piso y abrió una de las puertas del enorme pasillo, dejando ver el hermoso lugar, paredes blancas y muebles negros, con enormes ventanales desde el piso hasta el techo que dejaban ver todo alrededor del lugar.

-Creo que así sería mi hogar de ensueño- Logan solo sonríe y pasa una mano detrás de su cabeza, mientras yo sigo observando todo boquiabierta- si pudiera pagarlo- digo por lo bajo.

-Por cierto Natalia, quisieras algo para cambiarte, apestas a alcohol, deberías dejar la bebida- Dice en tomo burlón, y yo lo fulmino con la mirada.

-Apesto gracias a todo el alcohol que tú me tiraste encima, si mal no recuerdo- Le apunto con mi dedo, y este solo ríe- idiota.

-Natalia, Natalia, estas con un extraño y no sabes si es un asesino o algo, no me insultes- Este imita mi gesto y me apunta con su dedo índice, abro los ojos como platos y el comienza a reír mientras camina hasta una puerta, al parecer le gusta burlarse de mi- no te vayas a robar nada he, mira que aún no confió en ti- se adentra a la habitación y yo pongo los ojos en blanco.

Todo es muy hermoso, este chico de verdad se da la gran vida, quienes serán sus padres, ¿serán algunos traficantes? No tiene cuadros en las paredes, ni fotos, y tampoco tiene adornos, pero aun así todo se ve sencillamente fabuloso, solo tiene una fotografía con una rubia muy hermosa, quizá sea su novia, parece estar muy feliz. Quizá no sea tan mala persona después de todo.

-Ten aquí tienes- Me arroja una camiseta- es para que te cambies.

-¡¿Aquí?!- Digo haciendo una mueca.

-No Natalia, allí- Me indica una puerta- aunque si tú quieres hacerlo aquí, no hay problema- se sienta y coloca se coloca las manos detrás de la cabeza, entrecierro los ojos mientras él sonríe divertido.

-Ni en tus mejores sueños amigo- Le guiño un ojo he intento dirigirme hacia la puerta, pero él se levanta y me impide el paso.

-Niña, he tenido muchísimas chicas con mejores cuerpos que el tuyo, crees que me gustaría verte a ti- Habla con arrogancia y yo aprieto mis puño mientras tarto de no darle un golpe y romperle la cara- te apuesto a que tu serás la que querrá desnudarse frente a mí.

-Nunca- lo mire con desprecio de arriba abajo- ganaría esa apuesta, idiota.

-Eso estará por verse- Me guiña un ojo.

-Después de esto nunca te volveré a ver y serás un extraño de nuevo- Hablo muy segura apretando la mandíbula y casi rompiendo mis dientes.

-No sé si las cosas serán así, Natalia, lo más seguro es que termines enamorada de mí, no me subestimes- Dice acercándose mucho a mí, tanto que puedo sentir se respiración, yo lo miro fijamente pero no hago nada para separarlo de mí, hasta que el comienza a reír.

-No creo que eso pase- Digo con los dientes apretados y lo aparto para ir a cambiarme- además, no eres mi tipo- Cierro la puerta muy fuerte.

Ya me había terminado de colocar la camiseta de Logan, la cual me llegaba más arriba de los muslos, me siento muy incómoda de estar así en la casa de un extraño, además, fue muy raro, todo lo que paso allí afuera.Quien se cree ese idiota, es un patán al que le gusta burlarse de mí, que imbécil; aunque agradezco que solo sea idiota y no un asesino o violador.

-Lo más seguro es que termines enamorada de mí, no me subestimes.


Un Idiota Encantador.Where stories live. Discover now