-Veo que eres buena tomando- Me atreví a decir después de un rato.
-¿Sabes?- soltó una risa seca- la verdad es que no estoy acostumbrada a tomar, solo estoy siguiendo tu consejo- se encogió de hombros, no se por que siento que la conozco de alguna parte, su cara se me hace muy familiar.
***
Había pasado más de una hora y habíamos tomado demasiado, y Natalia estaba demasiado ebria, de seguro tendrá una resaca horrible, aunque yo no me quedo atrás.
Ella intentaba cantar esa canción de Rihana, work, solo podía decir el coro, era muy gracioso verla saltar de un lado a otro sin saberse la letra de la canción.
-Work work work work- cantaba muy fuerte el coro- la la la la la- continuaba con el resto en voz baja, yo no podía parar de reír.
Después de un rato se sentó a mi lado, tenia la respiración agitada y estaba toda sonrojada.
-Por que crees que me haya pasado esto a mi- dijo en un suspiro, y yo voltee a verla un poco confundido- una de mis mejores amigas y mi novio- sus ojos comenzaron a cristalizarse y lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas- nunca fui una mala novia, y siempre me porte lo mejor posible con mis amigas, entonces no se que hice mal para que me traicionaran- yo solo la veía fijamente sin decir nada, mientras que ella veía un punto fijo en la pared- acaso... ¿se puede morir por un corazón roto?- me mira fijamente a los ojos esperando alguna respuesta, y no puedo evitar una pequeña sonrisa, hace mucho tiempo le pregunte algo similar a mi amigo Adrien, para ese entonces era mas ingenuo. Ella no parece una mala persona, quizá se junto con las personas equivocadas y terminaron engañándola.
-No, no se muere con un corazón roto, lo se por experiencia, se aprende de ellos, y dejas de ser tan ingenuo y confiar en todo el mundo- dije aun mirando sus ojos azules, es una chica muy linda, cabello negro y largo, ojos azules y una piel muy blanca, tiene una caraja angelical.
-Pero, ¿que puedo hacer para que me deje de doler el pecho?- toda su cara estaba roja por llorar, y aun así se veía muy tierna, me recordaba a mi primita, la pequeña Helena; una pelinegra con ojos azules, y cara de ángel. Si alguien le hiciera algo así a ella no viviría para contarlo, aunque Helena solo tiene 14, pero también la harán sufrir en algún momento. Solo espero y no sea... ¡Ya recordé de donde la conozco! Es Natalia Miller, hermana de Nick Miller, supongo que no era una extraña después de todo...
-Supongo que todos estamos programados para sufrir, y vivir con ese dolor. Pero tus heridas sanaran, ya lo veras, no hay nada que el tiempo no cure- ni yo mismo creo mis palabras, alguien me hizo mucho daño y hasta el día de hoy no se si he podido olvidar todo lo que me hizo.
-¿Y el tiempo se encargo de curar tus heridas?- y como si hubiera leído mis pensamientos...pero, ella no sabe como me siento, ¿Cómo puede preguntar algo así? ¿Acaso soy tan obvio?
-Supongo, aun no lo se con seguridad- respondo sin verla a la cara.
-¿Crees que si hago lo mismo que el sienta un poco menos de pena?- sus palabras hicieron que volviera a mirarla.
-Creo que... no, no lo se.- me encogí de hombros- Además, ya no es tu novio, no hay caso. Solo sigue con tu vida y deja todo esto de lado, con el tiempo solo recordaras esto como el momento en el que un imbécil te engaño con tu amiga.
-Pues, no pierdo nada con intentar engañarlo.
-A que te refie...-no pude terminar de hablar porque ella ya estaba sobre mi besando toda mi cara.
Genial, ahora estaba en mi casa con una pequeña ebria que quería abusar de mí para "engañar" a su ex novio, ¿donde quedan los derechos masculinos?
-Natalia ya basta, estas ebria, no sabes lo que haces y luego te arrepentirás de esto- digo intentando apartarla, pero ella insiste. Luego las palabras de Adrien vienen a mi mente, ¿y si solo necesitara a alguien más para olvidar a Amy? No pierdo nada con intentarlo, además, fue idea mía traerla a casa.
Ella rozo mis labios y yo deje de alejarla, y empecé a besarla, la toma de la cabeza para profundizar el beso. Me separe de ella para tomar un poco de aire, y de la nada ella me estaba quitando mi camiseta y tirándola a alguna parte de la sala, luego la ayude a quitarse la camiseta que le había prestado y la tiro al piso, ella era un poco torpe e imagine que era inexperta, la culpa me invadió en ese momento, me sentía como un cerdo asqueroso, mi sentido común volvió y me separe rápidamente de ella.
-Esto no esta bien Natalia, además, estas ebria, y yo no necesito embriagar a ninguna chica para tener sexo- ella parecía un poco confundida y no parecía prestar atención a lo que decía.
-¿Acaso eres gay?- no pude evitar reír ante su pregunta.
-No, no soy gay- dije entre risas.
-Ay por Dios, por eso eres tan lindo, vestido de forma perfecta y tu departamento es tan ordenado y bonito que parece de una chica- reí aun mas fuerte ante sus palabras.
-Ya te dije que no soy gay, bueno no tiene caso discutir con una ebria- digo alborotando su cabello- creo que es mejor dormir, luego te llevo a tu casa.
-Bien, yo puedo dormir en el sofá- dice acomodándose en el.
-No, yo dormiré en el sofá, tu duerme en mi habitación- después de esto me harán un altar por santo.
-¡Dije que yo dormiré en el sofá! -dice apuntándome con su dedo índice, se ve muy tierna intentando ser ruda, me da mucha gracia su actitud.
-Yo yo dije que dormirás en mi habitación -digo tomándola por las piernas y llevándola en mi hombro.
-Que haces, ¡suéltame!- grito dándome pequeños golpes en la espalda.
-¡Dormirás aquí y punto!- digo en la tiro en mi cama, en otras circunstancias me habría acostado con ella, es decir, ¡esta semidesnuda y en mi cama! Después de esto me llamaran San Logan.
-Tu cama es muy cómoda- dice acomodándose en ella.
-Si, veo que ya no te quejas tanto por dormir en ella- ruedo mis ojos.
-Duerme conmigo, no quiero estar sola- se rueda y me hace un espacio.
-Pensé que era un extraño y no confiabas en mí- no pude evitar sonreír, después de todo lo que me ha pasado con ella, ya no somos tan desconocidos, además, conozco a su familia, me sentiría muy mal si algo hubiera pasado entre nosotros, jodete Adrien.
-Eso fue antes de saber que eras gay, te juro que ya no intentare nada ahora que se tu secreto- levanto sus manos en señal de paz.
-No es solo lo que tu puedas hacer, sino lo que ambos podamos hacer- dije por lo bajo.
-Ven, no temas- golpea la cama mientras empieza a quedarse dormida.
-Bien- digo en un suspiro.
Yo también he tomado mucho y estoy muy cansado, solo espero que recuerde todo lo que hizo y no me demande por "intentar violarla" o algo parecido.
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Un Idiota Encantador.
Novela JuvenilMi nombre es Natalia, una chica igual al resto; pero que pasaría si te enteraras que tu novio te engaña con tu mejor amiga y que todos lo sabían menos tu, que tu vida, la que creías perfecta se viene abajo por las mentiras y los engaños. Que la pers...