Hoy vamos a seguir a Lucy, me parece lo mejor.
Lucy era demasiado peculiar para el gusto de cualquiera que llegara a conocerla pues era extremista para todo: si algo la apasionaba, lo hacía con locura, si algo la molestaba no había niveles para clasificarlo; siempre era todo al maximo. Pero, ¿Natsu Dragneel? Su término medio. Natsu Dragneel la hacía dudar, pensar, la hacía corromperse y al mismo tiempo le daba la razón, por eso, estando ebria pensó que la mejor banqueta para llorar era la de su vecino.
Así, la mañana después de su desvelada, la rubia había más que decidido que le hablaría a su vecino y que tomaría consigo el autobús. Cuál fue su decepción al esperarlo a la hora que él solía salir siempre y quedarse esperando tantos minutos que se le hizo tarde para llegar al instituto. Entonces se enojó, con Natsu por hacerla ver para sí misma como una estúpida a su espera, pero no se enojó mucho ni poco, como se trataba de Natsu, sólo fue un término medio.
Al llegar al instituto, Lucy lo buscó sin darse cuenta por los pasillos y cuando se encontró con Erza, supo que era demasiado inoportuno hablar con él después de uno de sus berrinches de ebriedad. De pronto sintió pena y se dijo que Natsu no le tendría respeto para hablarle como ella quería, pues sabía de antemano que ella era un cerillo que incendiaba toda la furia de Natsu con sólo respirar.
—Me dijeron que lloraste después de que Sting te echara de la fiesta —rió Erza y Lucy la acompañó en su risa para sentir que no se reía de ella sino con ella.
Siguieron hablando de temas poco convencionales y en la segunda hora entraron a clases, como una escasa costumbre que no se repetiría. En receso, mientras Lucy iba a dejar sus cosas en su taquilla, la extraña secretaria que descaradamente siempre sonreía a Natsu, se acercó a ella con una mirada de alivio y todo se aclaró cuando dijo:
—Levy Eucliffe ha tomado tu tutoría, ya puedes quedarte después de clase para empezarlas —dijo y así de fácil se fue por el corredor, meneando sus caderas como si le pesaran y levantando los pechos con extrema insinuación.
Y entonces, Lucy prestó atención a lo que había dicho y al mismo tiempo se preguntó si había escuchado bien; ¿Levy? Lo más seguro es que tomara su tutoría para encargarse de algo menos que de sus calificaciones y progreso.
Cualquier tema, cualquier problema que tuviera Levy con ella pasó a la ignorancia cuando vió el cuerpo de Natsu siempre sobresaliente en la cafetería. Caminó apresurada a donde estaba y decidida a que nada sería peor a la noche de cinco minutos que vivieron, tocó su hombro.
—Natsu, psss
Y pobre ingenua Lucy, tan estúpida y atrevida, con poca dignidad y al mismo tiempo un orgullo en los cielos, pobre de ella que sucumbía a los encantos de Natsu de una manera fenomenal si esto fuera un experimento; ya veía los resultados de poner un chico extremadamente guapo en un instituto de compañeros regulares y con chicas hormonas alteradas. El resultado sería una Lucy, o Levy, e incluso la secretaria, y las cientos de chicas sobrantes.
—Ah, eres tú.
Ambos observaron el rostro del otro con confianza
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The Bad Boy
FanfictionNatsu Dragneel es un hombre al que los dioses se esmeraron en formar. Con su rostro de rebelde agraciado y su cuerpo esculpido, él tiene una amplia y famosa lista de chicas en el Instituto, pero no es una que él mismo acredite, sino todos los estudi...