Susurro 2

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   Al día siguiente —que para la suerte del castaño era fin de semana—, por orden del segundo hijo (el que creyó que era el mayor) tuvo que permanecer todo el día en su habitación como castigo sin comer nada, porque en su primer día les había hech...

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   Al día siguiente —que para la suerte del castaño era fin de semana—, por orden del segundo hijo (el que creyó que era el mayor) tuvo que permanecer todo el día en su habitación como castigo sin comer nada, porque en su primer día les había hecho pasar vergüenza al quedarse dormido en clase, y los profesores lo reportaron ante ellos al estar a su cargo.

Suspiró, que ganas tenía de largarse de ahí.., además el hambre del momento no lo ayudaba, pero sabía que ellos no eran normales, se mantenía precavido e intentaría no hacerlos enojar para no terminar en el otro mundo.

  El estómago le crujió, no ingería nada desde la noche anterior y ya estaba por atardecer; ellos sabían que necesitaba ingerir alimentos para sobrevivir y que el no hacerlo por un día solo le haría pasar un mal rato.

  Salió al balcón para intentar pensar en otra cosa, ya era casi de noche por lo que se hacía un paisaje hermoso con las rosas de fondo. Se quedó observando un rato, ya debían de ser las 9 de la noche cuando escuchó movimiento por la mansión: los noctámbulos Sakamaki seguro comenzaban su “día”. Decidió ingnorarlo y seguir observando a su alrededor.

  Nuevamente a la lejanía observó a la ya no tan extraña silueta femenina caminar por los rosales, a la luz de la luna la pudo observarla algunos detalles: portaba un vestido azul oscuro largo con volantes en el pecho y una rosa en el lado derecho con una falda no muy amplia; una rosa con un pequeño velo adornaba su corto cabello rubio. A diferencia de las últimas dos veces que la vió, esta vez hizo contacto visual con ella, observando sus brillantes ojos rosas. Primero lo observó sereno, luego dió una sonrisa triste, y al cerrar lo ojos se desvaneció.

  Un ruido sordo de algo cayendo llenó el silencio de la habitación, provocando que Eitan se asustara. Volteó y entró para ver que se había caído, pero no encontró nada. Confundido decidió ir nuevamente al balcón, encontrándose sobre la baranda de piedra una manzana roja y fresca. Se acercó precavido y la tomó.

  Sintió una presencia detrás suyo, y escuchó una voz que se iba a pagando como un susurro que se perdía en la noche, poniéndole la piel de gallina.

  —Ingiere algo, sé lo que es padecer hambre.

  Y de un momento a otro volvió a sentir la soledad de la habitación, teniendo como única compañía el silencio de la noche.

Oh, as if she didn't know...

[Editado y corregido: 09/12/2017]

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[Editado y corregido: 09/12/2017]

Black Widow『Diabolik Lovers』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora