Black Widow『Diabolik Lovers』

Susurro 10

—Yui —llamó su atención el castaño al verla oculta en los rosedales, era la primera vez en dos semanas que la veía, y eso le alegraba; ¡Tenía muchas teorías y dudas que quería resolver!

—Oh, Eitan —saludó—, tiempo sin verte.

—Si... Digamos que no has estado deambulando por aquí.

—No es como si tuviera cosas que hacer, simplemente no quería venir —admitió, el joven se sentó a su lado—, pero estuve meditando un poco, y he vuelto para hacerte una propuesta. —Hizo una pausa, al ver el rostro de interés del muchacho prosiguió—: ¿Quieres irte de aquí y volver a tu hogar?

Esa pregunta lo descolocó, ¡Era obvio que quería hacerlo! Ya iba más de dos meses allí, y deseaba volver a su casa. Bueno, no es como si le esperaran muchas cosas: solo tenía a su madre y hermana, pero la verdad es que las extrañaba... Y ellas simplemente creían que estaba en un intercambio en un internado. Oh, nunca pensó que diría eso: pero hasta extrañaba los gritos de su madre cuando no ordenada su cama o barría el piso...

—¡Si! —se apresuró a responder, antes de que la rubia se arrepintiera de su propuesta—, ¡Claro que quiero!

—Perfecto —sonrió—, entonces solo deberás seguir mis indicaciones cuando sea el momento indicado.

No agregó nada más, el castaño la miró confundido; se esperaba que le de alguna señal y se echara a correr, o que tomara su mano y en el suelo comenzara a trazar un plan... Pero ella simplemente se quedó sonriendo mientras contemplaba las estrellas fascinada.

Permanecieron así unos largos minutos, Eitan no quería romper el silencio... Pero la curiosidad le ganaba.

—¿Por qué me ayudas?

—Porque me identifico contigo y tu situación —aclaró luego de meditar—; aunque fuiste suertudo y no se alimentaron de ti...

—Seguro habrá sido duro para ti... —dijo y la vió ladear la cabeza, prefirió cambiar un poco el tema—. Actualmente no resides aquí ¿Verdad?

—Podría decirse que no, hace ya un par de décadas deje este lugar.

—¿Por qué? —preguntó, habían demasiados huecos sueltos en los rompecabezas que comenzaba a armar en su mente.

—Mi tiempo había finalizado —simple respondió.

—¿Y por qué sigues aquí? —preguntó confundido—. Y además, ¿Por qué te comportas de forma amable con todos? Intento descifrar quien fue tu marido, pero tus actitudes me confunden...

Yui soltó una pequeña risita por lo bajo, sabía que lo confundía.

—Tengo mucho apego a ellos, después de todo, los quise muchísimo; pasé varios años con ellos...

—Si fuiste una novia sacrificada dudo que te hayan tratado bien como para que les des ese trato... —contradijo y vió a Yui zar los hombros con una sonrisa.

—Supongo que así soy; los Mukami me cuestionaban lo mismo —lo miró y preguntó—: ¿Sabes quiénes son?

—No, tampoco me suenan. —Dibujó en el suelo con una pequeña piedra garabatos mientras escuchaba atento.

—Son cuatro hermanos que están unidos por algo más fuerte que la sangre, hace ya mucho tiempo fueron convertidos en vampiros por el padre de los Sakamaki, por eso se involucraron conmigo y los nombrados. —Suspiró sonriendo—. Cuando estuve con ellos fueron agradables, incluso cuando mi situación estaba complicada me ayudaron a “reconciliarme” con mi pareja... aunque haya sido por petición de su padre y el plan que conllevaba sigo agradecida por eso.

—¿Y que tienen que ver ellos con la situación actual?

—No mucho, sólo quería desviar un poco el tema y sentirme nostálgica; dudo que alguna vez los vayas a conocer... Hace años no se nada de ellos. —Alzó los hombros riendo, hace mucho no pensaba en esos cuatro integrantes—. ¿Alguna otra duda?

—¿Qué me asegura que podré salir de aquí? ¿Por qué podría lograrlo con tu ayuda? —Negó con la mano e hizo una pausa, acomodó todo en una única pregunta para no agobiarla—. ¿Qué te diferencia de las otras novias?

—Que fui la única en lograr escapar... aunque quizás no por el mejor camino.

Y como si de un flashback se tratara, Eitan visualizó la imagen de Yui en el suelo, envuelta en un velo de sangre con su vestido de novia.