Susurro 3

1.3K 197 21
                                    

Era domingo, una semana había pasado desde ese "encuentro" perturbador con la silueta que desconocía el nombre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Era domingo, una semana había pasado desde ese "encuentro" perturbador con la silueta que desconocía el nombre. No la había vuelto a ver, por curiosidad durante las madrugadas observaba los rosedales por si la encontraba, sentía la necesidad de agradecerle, ya que —además de haber sido un buen gesto—, le ayudo a sobrellevar muy bien su ayuna la manzana que le había ofrecido. Al principio la había estado observando dicho alimento un rato, era muy sospechoso... Pero luego de unas horas ya ni le importó si estaba envenenada o no, la ingirió sin miedo y con ganas.

Decidió al estar aburrido caminar por los rosedales, era una actividad que le resultaba relajante. No se atrevió en ningún momento a tocar las rosas, sabía perfectamente lo que eso podría ocasionar: la ira del menor. Detuvo su andar al ver al mayor de los Sakamaki acostado en el césped durmiendo unos metros, bajo un árbol en la zona que comenzaban los bosques. No era nada nuevo encontrarlo dormir en cualquier parte durante él día; pero eso no era lo que había llamado su atención, sino más bien que junto a él se encontraba una rubia sentada, acariciándole los cabellos con dulzura, como si estuviera cuidando su sueño.

La observó unos instantes; llevaba el mismo vestido que la última vez que la vió, incluso a través del pequeño velo que llevaba a su costado podía ver su sonrisa dulce, pero en el fondo triste y melancólica. El rubio no se percataba de lo que pasaba, o por lo menos no se vió incomodado por ello; podía incluso decir que era la primera vez que lo veía dormir tan tranquilo.

Ella parecía ensimismada en su mundo, seguramente ya iba unos 5 minutos observándolos y no lo notó. Decidió darles privacidad, pero cuando caminó no pudo evitar pisar unas pequeñas ramas secas, exponiéndose. La joven se sobresaltó deteniendo su acción y miró en su dirección, al entrar en contacto con sus profundos ojos rosas le agarró un escalofrío. Ella solo se levantó rápidamente y a paso ligero se perdió en el bosque.

Eitan estaba petrificado, había algo raro en ella. Observó que Shū ya no tenía su semblante tan calmado como antes, pero aún así continuaba en su sueño profundo.

Se retiró antes de que el mayor se diera cuenta de su presencia, notando que no le había dicho lo que quería a la joven —mejor dicho no pudo espetar palabra alguna—, pero no lo desveló mucho, algo le decía que seguro la volvería a ver.

『Because she would be with them until her time is over


[Editado 20/12/2017]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[Editado 20/12/2017]

Black Widow『Diabolik Lovers』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora