Finalizada la 4ta guerra mundial shinobi, Hinata retoma su entrenamiento como kunoichi para hacerse más fuerte, pero la presión de su clan y la indiferencia de Naruto la hacen tomar una decisión: Irse de Konoha temporalmente, con ello obtendrá liber...
Disclaimer: Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. Esta historia es de mi autoría.
Narración
"Pensamientos"
-Diálogo-
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La cena concluyó, Hinata nunca había tenido una cena tan ruidosa, en la mansión Hyuga siempre se guardaba silencio y en pocas ocasiones se hablaba en la mesa, todo lo contrario en la mansión de los hermanos de la Arena, en la que había de todo menos silencio.
No todos los presentes participaban en la conversación, Gaara, Shikamaru y ella casi no hablaban, los que encontraban en todo motivos para discutir eran Kankuro y Temari, cuando la rubia involucraba a su novio Shikamaru este solo respondía que eran muy problemáticos. Hinata reía levemente, le daba gracia todo ese alboroto.
Al retirarse de la mesa se ofreció a lavar los platos, Temari y Kankuro habían hecho la cena, no era justo dejarles todo a ellos, los hermanos no pusieron objeción. Shikamaru se hizo tonto y se fue despistadamente evadiendo las labores domésticas, dejando a Gaara y a Hinata solos en la cocina. No era como que Gaara acostumbrara lavar platos, pero se le hizo una falta de respeto dejarla ahí sola, además de que ella era su huésped. El pelirrojo comenzó a levantar los platos de la mesa y los llevaba a la cocina, en un momento mientras él los dejaba en el fregadero rozó la mano de la ojiperla, la cual se estremeció al sentir la piel del Kazekage, no pudo evitar sonrojarse, él la observó y también se sintió algo nervioso pero no lo demostró.
Él ya había terminado de llevar los platos, pero no quería irse hasta que Hinata terminara, así que se colocó a su lado y en lo que ella limpiaba, él secaba y mientras uno le pasaba los utensilios y la vajilla al otro se rozaban levemente sus dedos, generando chispas invisibles entre ellos, estaban teniendo una comunicación en su silencio, cada uno encerrado en su mundo interior en el cual pensaban en la persona que tenían al lado.
Ambos estaban disfrutando el momento, aun sin palabras estaban formando una conexión, no necesitaban hablar para sentirse cómodos, a Gaara le gusto que Hinata no fuese una chica escandalosa, estaba aburrido de los gritos, reclamos y carácter explosivo de Temari. A la ojiluna también le gustaba la compañía y la paz que sentía al lado del chico pelirrojo. Se pasó el tiempo tan rápido que cuando sus movimientos coordinados y el ritmo que llevaban hasta el momento término de golpe, se rompió a su vez la magia del momento.
-Creo que ya son todos- soltó la Hyuga con un tono rosado en la mejillas.
-Oh, sí. Creo que somos buen equipo- después de decirlo observó la reacción de la ojiperla, la cual asintió y le dio una sonrisa tan dulce que Gaara se sintió vulnerable.
