Enana...

Hora de la verdad.

- Directora, conseguimos pistas y tenemos algo para contarle sobre todo este asunto- dijo Sol apenas entró al salón principal junto a Carmen y Cande.

-¿Carmen? ¿Qué hace aquí?

- Sinceramente no lo sé.

- Eso es justo lo que vamos a explicar ahora.- dijo Cande

- Mas vale que sea una buena explicación- dijo Lucas, metido como siempre.

- Créeme, lo será- dijo Cande confiada mientras veía a Lucas.

- Bien, esta es nuestra teoría- comenzó Sol- Hoy por la mañana, uno de nuuestros 28 compañeros hizo exactamente 28 fotocopias de los folletos que seguramente ustedes ya conocen. Esos folletos contenían información de todos los alumnos excepto de Cande y de mí, para que así usted y muchos otros nos incriminaran.

- ¿Y tiene pruebas de todo eso?

- Claro, además de un testimonio de la señora Carmen, quien hizo las fotocopias sin saber lo que contenían.- dijo Cande.

- Es que perdí mis lentes.- dijo Carmen.

- Muestren las pruebas- dijo Lucas entrecerrando los ojos.

- Claro.- dijo Sol- Primero tenemos éste recibo de 28 fotocopias que se cayó del pantalón de Lucas hoy al salir del salón. Además de que tiene su nombre escrito.

- Eso... e-es... impo--impo-imposible...- interrumpió Lucas, nervioso.

-Ya veremos.- dijo Cande- Carmen, nos haría el favor de decirnos si ése es el chico Pelirrojo del que usted hablaba.- señaló a Lucas.

- Sí, sí lo es.

- Perfecto, y éstas son las fotocopias, ¿no es cierto?- dijo Sol mostrándole los folletos.

- Así es.

- Creo que no hay más nada que decir.- dijo La Vieja, que se encontraba al fondo del salón.

- Lucas, ¿es cierto tódo esto?- dijo la Directora, preocupada.

- Y-Yo... Eh... sí.- dijo finalmente Lucas.

-Ve a buscar tus cosas. No vuelves más  esta escuela.- dijo tristemente la directora.

Todos dirigieron la mirada a Lucas, quien se limitó a salir de el salón.