El león de mi corazón [Furry/Bara] [TERMINADA]

Capítulo XXXVII

Había tenido una de las mejores noches al lado de mi novio, quién me había llevado el desayuno a la cama.

—Eres tan lindo, Aurelius. Me gusta mucho cuando me consientes de esta manera —le dije al llevar un poco de pan tostado, comiéndolo poco a poco tras haber estado untándolo con mantequilla.

—Te mereces esto y mucho más. No sólo ahora sino cada vez que pueda para alegrarte las mañanas Thadeus. —dijo acariciando mi cabeza, mis orejas y lamiendo las migajas de mis labios.

Sentía una enorme alegría cuando él me mimaba tanto, estaba feliz. Sin embargo, no había olvidado de retomar la relación que existía de él con mi padre y de la cual habíamos hablado el día anterior.

—Aurelius, perdona si insisto tanto en lo mismo pero debemos hacer algo para que la relación entre tú y mi padre mejore —dije cuando terminé de desayunar y relamía las últimas gotas del jugo de naranja que él había preparado.

Aurelius miró hacia mis ojos y suspiró besando mis labios y sonriendo un poco.

—Está bien, querido. Supongo que tienes razón al insistir tanto, así que intentaré mejorar mi relación con él, por ti y porque te amo. Pero recuerda que no es fácil para mí asimilar todo, bebé. Todo lleva su tiempo. —comentó él.

—No cabe duda que es algo que tomará tiempo pero ya verás que sí se podrá. Hablaré con mi padre de igual manera para que la relación entre ustedes mejore bastante, él debe aportar también a que todo se restablezca.

Ambos estábamos complacidos con la platica que habíamos sostenido y cada uno fue a realizar sus deberes. Al llegar a la universidad, observé como Adrián pasaba con Derek, cada uno en sus respectivas bicicletas y los saludé. Ellos se detuvieron, Derek me acercó una invitación.

—Thadeus, mira. Esta es una invitación que estamos haciendo mamá y yo para una fiesta que realizaremos en Halloween. Espero que tú asistas —sonrío él para luego entregarme un sobre decorado con estampas de calabazas y murciélagos .

—¡Claro que sí, iré encantado! —exclame tras enterarme y añadí —Por favor Derek, te agradecería me entregaras un par de invitaciones más para Angelo y Mercedes. Ellos seguramente querrán ir también.

—Por supuesto, no faltaba más. —dijo él sacando un par de invitaciones más de su bolso—Quiero que ellos también nos acompañen, ya que entre más gente llegue la fiesta mejor se pondrá y la pasaremos muy bien.

En eso, Adrián soltó una risa loca inexplicablemente.

—¿De qué te estás riendo, Adrián? —pregunté alzando mi ceja deracha.

—Perdón, Thadeus. Es que me da risa recordar tu disfraz del año pasado —contestó mi hermano sin dejar de reírse.

—¿Por qué tanta risa, Adrián? —preguntó Derek curiosamente.

—Jajaja, por esto mira. —dijo mi hermano acercando su celular hacia nosotros.

En ella, se apreciaba el disfraz que tenía el año pasado: mi disfraz curiosamente era de venado y eso era motivo de risa para él.

—Jaja así bien que pareces hermano mío, Thadeus —dijo Derek sin poder ocultar la jocosidad que eso le causaba.

—Lo sé, era un lindo venado este pequeño leoncito.—decía mi hermano abrazándome y alzándome para frotarme contra él— Mi hermanito mimado.

—Adrián, ya te dije que dejaras de hacer eso. —dije yo alzando la vista y sonrojado— Sólo Aurelius puede hacer eso y lo sabes.

—Jaja, lo sé bien pero es que es divertido hacerte sonrojar —dijo mi hermano entre risas.