El día de los dos eventos había llegado. Me había levantado más temprano de lo habitual y esta vez no hubo bromas ni algún tipo de discusión con mi hermano ya que a las 5:30 a.m. había ganado el turno del baño luego de que papá saliera de él.
—Esta vez estoy listo, ya quiero asistir prontamente a la galería —pensaba empuñando mis manos hacia arriba y mis codos juntos alegremente.
Mientras esperaba el tiempo para poder apreciar las exposiciones de pintura y literatura, tomé un buen libro denominado "Corazón de león" y dispuse a leerlo un poco. Así, transcurridas las dos horas y media pude notar como el tiempo se había ido volando en un abrir y cerrar de ojos sin darme cuenta.
—¡Apúrate, Thadeus! —gritaba mi madre desde la puerta.
—Si no te apuras, llegaremos tarde —decía papá saliendo de casa y encendiendo el auto.
Como era de suponerse, imaginaba que mi hermano no iría. Le aburren estos eventos, pensaba yo, así que tomando algunas cosas que iba a llevar dentro de mi maletín, corrí lo más rápido que pude bajando las escaleras y salí hacia el auto.
—¿Siempre recogeremos a Angelo, papá? —pregunté con algo de curiosidad.
—No, hijo. Él irá con sus padres y con su pequeño hermano. No cabemos muchos acá tampoco —sonrió él mientras conducía.
Mis padres me amaban mucho a pesar de que ya estaba bastante grande. Seguía siendo el chico responsable que ellos tanto admiraban.
—Lástima que tu hermano aún no se haya levantado para venir, Thadeus —dijo mamá terminando de arreglarse dentro del auto.
—Ya saben que a él no le gustan estas cosas. Él prefiere dormir, estar pegado todo el tiempo a la tecnología y a sus juegos online. A veces es mejor escribir un poco, leer un buen libro o realizar algún poema. ¿No lo creen ustedes?
—Tienes razón, hijo mío. Aún así, me gusta la manera de ser de Adrián —decía mi padre.
—A mí también, querido —dijo mamá mientras guardaba sus accesorios de belleza al estar lista.
Ellos respetaban la forma de ser de cada uno y casi nunca teníamos problemas entre nosotros. Cuando había alguna dificultad, la discutíamos en familia y todo transcurría normalmente después. Llegamos a la galería a las 8:15 a.m. y allí estaba Aurelius dándole la bienvenida a todos los que llegaban. Sin embargo, yo estaba nuevamente sintiendo mariposas en el estómago al verlo tan guapo y galante pero esta vez más que siempre. Supongo que era debido a la ocasión especial que estaba a punto de celebrarse.
—¡Bienvenidos sean a la galería de Arte Moderno de Furtown! —dijo él esbozando una gran sonrisa.
Al escuchar su saludo, asomé la cara por mi ventana y pude verlo detenidamente. Él, sin mucho preámbulo me mandó un enorme saludo desde dónde estaba.
—¡Hola, Thadeus! ¡Hola, leoncito!
Estaba sumamente feliz pero no podía sacar mi brazo para responder porque era de mala educación. Cuando me bajé en el parqueadero de la galería, corrí hacia dónde él estaba y llegué antes que mis padres para saludarlo.
—Muy buenos días, Aurelius. ¿Cómo está usted?
—Hola, leoncito. Feliz, mira, hay mucha gente que va llegando poco a poco al evento y esto era lo que quería ver. El parqueadero lleno de mucha gente interesada aún por la lectura, la poesía y la pintura. En 15 minutos comienza la exhibición —sonrío él continuando con los recibimientos.
—Sí, eso puedo observar —dije yo bajando mi mirada y sintiendo muchas ganas de abrazarlo.
Él no lo había notado ya que estaba distraído recibiendo a cada uno de los asistentes al evento. Mis padres llegaron hacia dónde estaba yo y me pidieron que los acompañara. Yo no quería ir, quería quedarme con él al menos para contemplarlo un poco más pero Aurelius insistió.
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El león de mi corazón [Furry/Bara] [TERMINADA]
RomanceThadeus es un joven león estudiante de medicina amante de la lectura, la poesía y el arte en general. Un día cuando asiste a una galería de arte en la ciudad dónde vive, se encuentra con un enorme león del cual siente una enorme atracción hacia él d...