Capítulo cuatro

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                      NaruSaku_StevTasha







CPOV

Debía ser una broma, seguramente estaría jugando conmigo, quería ver cómo reaccionaría, esto no podía ser serio, mi corazón estaba latiendo de forma desenfrenada a causa de mis nervios, no conocía tanto a Klaus como yo creía, a lo mejor le gustaba gastar bromas pesadas a la gente para reírse de ella, era la única una explicación que daba sentido a sus palabras.

- Si es una broma no tiene gracia - me levanté para marcharme, no le dejaría que jugara conmigo y me humillara.

- Espera Caroline, te dije que me dejaras explicarte - dijo levantándose y dejando el dinero para pagar la cena encima de la mesa.

Yo no me detuve y salí del restaurante, no me iba a quedar para que se siguiera riendo de mí, sentí la rabia por todo mi cuerpo como había sido tan ingenua y confiada, de pronto sentí como me sujetaban del brazo, me detuve pero no me volteé.

- Caroline, espera, déjame explicarte, no es ninguna broma, por favor - su tono era de suplica, así que suspiré y me di la vuelta.

- Pues si no es una broma, no entiendo a que viene esa proposición - veía en su cara que no estaba bromeando, estaba serio, eso hizo preguntarme que le habría llevado a proponerme tal cosa.

- Este no es el mejor sitio para hablar, ¿te importaría que fuéramos a mi apartamento y allí te explico todo?, te juro que no hay segundas intenciones - dijo levantando las manos en son de paz, sonreí y asentí.

Ambos nos dirigimos a su coche en un silencio un tanto incómodo, no entendía porque Klaus me proponía que me casara con él, cuando apenas nos conocíamos y estaba segura que podía proponérselo a un motón de mujeres, las cuales estarían encantadas con la idea, tan sumergida iba en mis pensamientos que no me había dado cuenta que ya habíamos llegado, solo fui consciente de ese hecho cuando Klaus sostenía la puerta para que bajara, nos adentramos al edificio todavía en silencio y así llegamos hasta su piso, abrió la puerta y me indicó que pasara, debía de reconocer que tenía un gusto exquisito para la decoración, me condujo hasta el salón.

- ¿Te apetece algo para tomar? - preguntó para romper el hielo.

- Agua si no es mucha molestia - él asintió y salió, yo me quedé observando el salón, era bastante amplio y contaba con chimenea, pude ver que en la repisa había varías fotografías, una de ellas pude distinguirle con sus padres, en otra estaba con un señor mayor, y en otra con dos chicos más o menos de su edad.

- Aquí tienes, si te apetece algo más no dudes en pedírmelo - yo salté ya que no le había sentido entrar, me sonrojé al ver que me había pillado cotilleando - bueno creo que te debo una explicación - yo asentí.

Klaus empezó a explicarme toda la historia, de cómo su abuelo lo había prácticamente obligado a casarse porque no le gustaba el estilo de vida que llevaba, que si no hacía lo que había estipulado perdería todo por lo que había trabajado y se lo llevaría su primo Marcel, yo estuve atenta a toda la historia, era increíble todo lo que me estaba contando me parecía inverosímil, cuando terminó el silencio nos sumió a los dos.

- Me parece surrealista todo lo que me has contado, pero tengo una duda ¿por qué yo?, quiero decir, conoces a muchas mujeres que están deseando casarse contigo - pregunté sacando mis dudas a la luz.

- No quiero hacer de ese año un infierno, además todas las que conozco solo les interesa la fama y el dinero - explicó.

- ¿Y qué te hace pensar que conmigo no vivirás un infierno?, apenas nos conocemos, podría ser horrible para los dos - no me podía creer que estuviera considerando su oferta en mi mente.

Pactó Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora