Capítulo nueve

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                             NaruSaku_StevTasha

CPOV

Cada vez estaba más cerca el día de la boda, y eso hacía que mis nervios aumentaran, al igual que en el resto de las chicas, últimamente era un caos, todo tenía que quedar perfecto, este era el lema de mi madre y Esther, que aunque les advertí en más de una ocasión que esta boda era un arreglo, ellas argumentaba que daba igual, que sus dos únicos hijos se casaban y que debía ser especial, así que no les importaba gastarse el dinero para que todo fuera de la mejor calidad, yo al principio protestaba pero creo que a la quinta vez de decirlo lo dejé por imposible.

Tan metida estaba en mis pensamientos, que no reparé en la caja que había delante de mí, haciendo que me tropezara y me diera de bruces contra el suelo.

- ¡Caroline! por el amor de Dios, quieres tener más cuidado, lo que nos faltaba, que te torcieras un tobillo o te hicieras una marca en la cara - me regañó mi madre, mientras yo me sobaba la rodilla ¡qué dolor!

- Si mamá estoy bien, no ha sido nada, gracias por preguntar - espeté furiosa - además a quien se le ocurre poner esa caja ahí en medio - refunfuñé.

- ¡Vaya alguien está un poco tensa! - exclamó Beca entrando en mi habitación.

- No estoy tensa, es que odio todo esto - dije mientras señalaba mi habitación, que estaba llena de cajas, y prácticamente vacía.

Volví a meter lo que se había salido de la caja con la que había tropezado, gracias a mis queridísimas amigas, nótese el sarcasmo, me iba a mudar con Klaus antes de la boda, según ellas era una cosa que tenía que hacer antes o después y mejor antes, ya que así podríamos pasar más tiempo juntos, justo lo que yo evitaba a toda costa, claro que Klaus estaba encantado con la idea que habían tenido mis amigas.

- Caroline, ¿te vas a llevar todos tus libros? - pregunto Bonnie, mirando de arriba a abajo mi estantería.

- No, ahora elijo yo los que me quiero llevar, es una tontería llevarlos para luego tenerlos que traer de vuelta - cuando terminé la oración me quedé congelada en mi sitio, había metido la pata hasta el fondo, yo pensaba que era una tontería cargar con tantas cosas ya que solo iba a estar un año, pero claro este detalle no era del conocimiento de mis amigas.

- ¿Por qué tendrías que traerlos de vuelta? - preguntó Bonnie confundida y mirándome con ojos entrecerrados.

- Esto...mmm...no sé el espacio que tiene Klaus, es mejor llevar algunos y cuando estemos instalados ya veo si me los llevo todos o no - no sé donde surgió toda esa mentira pero lo importante es que Bonnie pareció tragársela, suspiré y volví a la tarea de empacar cosas, tenía que tener más cuidado con lo que decía.

Mi madre me miró de forma comprensiva, ella era la única de la habitación que sabía la verdad, le sonreí para que supiera que todo estaba bien, durante los últimos días me había estado preguntado si estaba segura de todo lo que estaba haciendo, ella estaba ilusionada por la boda, pero ante todo quería mi felicidad y si en algún momento dudaba me aseguró que podía dar marcha atrás, que no me preocupara por el dinero que ya habían gastado en la boda, que lo más importante era yo, esas palabras llegaron a mi corazón y comprendí el amor de mis padres, yo estaba por encima de lo material.

- Creo que esta todo - dije mirando alrededor, una oleada de nostalgia me invadió al ver mi habitación sin mis cosas, nunca me imaginé que iba a vivir sin mis padres tan pronto, todavía era joven, y sabía que la hora de irse de casa de mis padres se aproximaban pero nunca me pensé que sería tan pronto, suspiré una vez más como lo había estado haciendo todo el día, parecía que me costaba crecer, pero era hora de asumir mi nueva vida.

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