Capítulo uno

1.7K 51 3
                                    




                        NaruSaku_StevTasha






1 .CPOV






Siempre me he considerado una chica sencilla a pesar de estar rodeada por el lujo, provengo de una familia acomodada, mi padre es dueño de la mayor editorial del país, eso nos ha llevado a estar entre las familias más ricas e importantes de todo Estados Unidos, pero mis padres siempre han sido amorosos y nunca me han desatendido, nuestra relación es buena, la normal entre padres e hijos.

A parte de ser una persona sencilla, ya que odio que me regalen cosas caras o que se gasten mucho dinero en mí, soy la típica chica formalita, siempre he preferido quedarme en casa con un buen libro a irme de fiesta, prefiero la tranquilidad, por eso me han tachado de formal, aunque está llegando un punto en que eso me está cansado, ya que cada dos por tres me lo están recordando y a veces odio que me vean así, pero no tengo el valor de cambiar.

Mi nombre es Caroline Marie Forbes, aunque algunas personas me llaman Care, tengo 24 años y acabo de terminar mi carrera, dirección y administración de empresa, mi objetivo y mi ilusión es llegar a ser un día la presidenta de Forbes Editorial, puesto que ocupa ahora mi padre, he destacado en la universidad pero no por mi popularidad sino por ser uno de los mejores promedios, ahora tenía que enfrentarme al mundo empresarial, duro y frío donde todos compiten por ser el mejor y llegar a lo más alto, sin importar a quien tienen que pisotear por el camino.

En cuanto a los amigos, se puede decir que tengo muchos, pero solamente algunos pocos los puedo considerar realmente mis amigos, los demás solo están a mi alrededor por lo que mi apellido representa y las oportunidades que pueden conseguir con eso, entre los que puedo considerar mis amigos tengo que destacar a mis dos locas amigas, Bonnie Bennett y Rebeca Gerard, las tres éramos inseparables desde pequeñas, sus familias también eran acomodadas por lo que siempre habíamos estado juntas, cada una somos muy diferentes a la otra, por ejemplo Bonnie era una persona llena de energía, nunca se cansa en cambio Rebeca, a simple vista te parece una mujer soberbia y fría, pero eso era solo lo que aparentaba porque luego era encantadora y una persona atrevida, todo lo contrario a mí.

Me fijé en el reloj de la mesilla que marcaba las 7.30 de la mañana, una vez más fijé mi vista en el espejo que estaba frente a mí, sonreí al verme vestida con una falda de tubo, una camisa blanca y una chaqueta, el traje resaltaba mi figura, me fijé en los zapatos que me tenía que poner, suspiré, era imposible que no me cayera con esas armas mortales, pero según Bonnie, era requisito indispensable llevar tacón, así que resignada me los puse y recé por no caerme.

Me reuní con mis padres en el comedor donde ambos ya estaba desayunando, mi madre Elizabeth, se dedicaba a colaborar con distintas fundaciones y organizaciones, además que era una apasionada de las compras, ambos me saludaron y me dieron los buenos días.

- Bueno hija, ¿preparada para tu primer día de trabajo? – preguntó mi padre apartando el periódico que minutos antes había estado leyendo.

- Si, la verdad es que estoy muy emocionada, estoy desando empezar – había esperado esto desde que era una niña, por fin iba a trabajar con mi padre.

- Me alegro, esa es la actitud – sonrió mi padre.

- Mucha suerte hija, además estas guapísima con ese traje – agradecí a mi madre su apoyo y opinión y tanto mi padre como yo nos despedimos de ella para ir rumbo a la oficina.

La empresa estaba en el centro financiero de New York, mi padre me había contando que a primera hora tendríamos una reunión para que todo supieran el puesto que iba a ocupar, me imaginé que me daría la vicepresidencia o algún cargo similar, pero no iba a ser así, no entendí esta decisión, se supone que un día tendría que manejar la empresa y cuanto antes empezara mejor, pero al parecer todavía no tenía la formación precisa para desempeñar un cargo de esa altura, no discutí la decisión, mi padre sabía más que yo y confíe en él, pero me aseguró que tendría un cargo digno a mi apellido.

Pactó Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora