Capítulo 121: One more chance

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Y hay estaba Donghae junto a Paula, sentados en una banca de aquella plaza, disfrutando de la compañía del otro, observando a las personas y parejas pasar. Era un bello día, la temperatura ideal para salir a caminar y una brisa que los refrescaba. Al coreano realmente le encantaban esos días. Sonríe encantado, y decide mirar a su acompañante. Ella esta con los ojos cerrados, disfrutando la brisa que corría, lo suficientemente fuerte para elevar su cabello, pero sin despeinarla, una escena sacada de un drama. Paula suavemente abre los ojos, como quien acaba despertar, con pereza, pero delicadamente, sintiendo que alguien la observaba. Donghae vuelve a sonreír cuando los ojos de ambos se encuentran, y nota que las mejillas de su amiga se colorean con un suave rosado, regalándole una imagen muy tierna de ella.

-Es un lindo día ¿no? -desvía su mirada al cielo, sonriendo a aun más ampliamente. Se sentía tan feliz, tan a gusto, que no creía posible.

-Lo es -responde en un susurro Paula, observando al cante.

Donghae llevaba una gorra negra, manteniendo su cabello oculto. Sus ojos brillaban con la luz del sol, sonreía de tal manera, que las arrugas al lado de sus ojos se hacían visibles, y esa barba que comenzaba a formarse, delatando que ese día no se había afeitado, le daba un toque más varonil y mayor, a es típico rostro de niño juguetón. No pudo evitar que sus ojos recorrieran su perfil, ver su cuello y su prominente manzana de Adán, que destacaba al tener el cuello estirado para observa el cielo. Y playera gris que se ajustaba en sus brazos y pecho, resaltando su musculatura trabajada, fuertes pectorales y bíceps.

-Te invito un helado -habla el cantante, sacándola de sus pensamiento- ¿Vamos? -la mira, con aquella sonrisa que no había abandonado su rostro en ningún segundo.

-Claro -le sonríe ella, contagiada por su alegría. Él se levanta primero, bajo su atenta mirada- ¿Ahora?

-Si -le extiende su mano- Vamos -insiste, moviendo su mano para que se tome de ella. Para que acepte su mano.

Paula duda ¿Por qué Donghae le ofrecía su mano? "Quizás solo quiere ayudarme a que me pare", piensa, y toma su mano, sintiendo como tiraba de ella para que se levantara, la chilena vuelve a sonreír, el gesto la llenaba de ternura.

-Hay una muy buena heladería cerca -comenta Hae, tomando con su otra mano la que Paula le había ofrecido, y asi poder caminar cómodamente de la mano, tirando suavemente a la chilena que se había congelado con aquella acción.

HAE LA LLEVABA DE LA MANO POR LAS CALLES DE SEÚL.

No entre cruzaban sus dedos, no era el típico agarre de una pareja de enamorados. Pero, aun así, iban de la mano, algo que simples amigos no harían. Sabía que se debía al cariño y confiesa que existía entre ambos. Estaba sorprendida con aquel gesto.

Pero a pesar de su sorpresa, no dijo nada. No se opuso, solo se dejó llevar, disfrutando el momento. Aunque no podía evitar sentirse incomoda, la gente los observaba, quizás por ser ella notoriamente extranjera, o porque Donghae era famosa, o quizás ambas, no lo sabía, pero eso le causaba cierta inquietud.

Habían caminado casi una cuadra cuando ella cree que lo mejor sería soltar la mano de Donghae, aunque no quisiera para nada hacerlo, sabía que eso era lo mejor, que así no los mirarían tanto. Pero cuando lo intenta el aprieta un poco más fuerte su mano, y tira suavemente de ella para que lo mire, le sonríe con dulzura, negando con la cabeza, dándole a entender que no la dejara ir. Paula no puede evitar ruborizarse. Ellos no eran pareja, solo amigos, no entendía por qué el cantante se empeñaba tanto en ir de la mano.

Finalmente llegan a la heladería, y la suelta a duras penas para poder sacar su billetera. Pide dos conos, uno de pasas al ron para Paula y de chocolate para él. Paga y agradece.

Todo es culpa de Sungmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora